8/10/2006

El Arte de Regalar



Estoy pensando seriamente en abrir una sección de buenos modales, protocolo y diplomacia.

Para que al menos la gente pueda hacer como yo: quedar mal cuando te da la gana y porque te da la gana, y no por ignorancia.

Porque hay una GRAN diferencia entre una cosa y otra.

La primera es a conciencia y porque quieres. Estás siendo descortés a posta. Y si alguien te dice que te estás comportando como un perfecto jerk, puedes replicar que sí, y eres capaz de explicar con todas las palabras por qué estás siendo borde y en qué se denota. Te llamarán idiota, pero no ignorante.

Porque para mí es peor que me llamen ignorante.

En fin, es lo que tiene escribir una cosa tras otra, que a veces se me quedan en el tintero y si no las digo, reviento.

Bueno, en pro de facilitar las buenas relaciones entre mujeres y hombres, no me iría tranquila a la cama si no escribiera este post.

Trata de los detallitos, aquellos grandes desconocidos. Y del arte de regalar. Porque… Aunque no lo parezca, y a primera vista se antoje sencillo… Regalar es MUY difícil.

Comprar algo y cedérselo a otro sin cargo alguno, es muy sencillo. Pero es no es “regalar”.

El Regalo es una cosa muy compleja.

Es un obsequio que se hace con ánimo de felicitar a otro, de premiarle, hacerle sentir querido, respetado, importante, reconocido… Es decir: persigue hacer feliz a la persona agasajada.

Bien. Para que nos quede claro a todos, vamos a hacer un repaso de lo que no es un regalo, por diferentes motivos. Al acabar de leer el post, cada uno podrá vislumbrar porqué no son regalos.

- El taladro aquel que le regalaste a tu madre por el Día de la Madre, que tanta falta te hacía.
- El conjunto de ropa interior megasexy que le regalaste a tu novia el día que hicisteis un año.
- El libro romántico que le regalaste a tu novio por su cumpleaños.
- Las entradas del concierto jevi que siempre quisiste ir a ver, que le diste a tu padre.

Y como esas, un montón más.

Cuando le regalas algo a alguien, tiene que ser algo que a ésa persona le haga ilusión. Pongamos que esa persona es un geek de la informática. Sabes que mataría por un reloj de pulsera binario. ¿Qué haces tú para vuestro aniversario?

a) Le compras el reloj binario
b) Le compras un polo rosa de Lacaste
c) Le envías a tomar por culo, porque no te quieres gastar la pasta en ella

Analicemos las posibles opciones:

Está clarísimo que la correcta es la A, porque estamos hablando que si quieres hacerle feliz, deberías regalarle eso que tanto anhela.

La B es un acto que demuestra o buena voluntad, o que se te había olvidado por completo y has entrado en la tienda de rebajas y compraste lo primero que viste en la estantería marcada con “Ofertas” en neon, pero al menos le has regalado algo.

Si has respondido la C, yo de ti me planteaba lo de continuar la relación.

El Arte de Regalar va muy ligado con el Arte de Escuchar. Aunque no lo parezca. Y con una buena memoria desarrollada.

Regalar muchas veces es sorprender.

Se puede sorprender por muchas cosas. Porque el regalo es caro, porque el regalo es bonito, porque es sorprendente.

Que sea sorprendente no implica que sea estrambótico, extravagante o de mal gusto. Estamos hablando de las sorpresas gratas. No regales un abrigo de piel de dálmata verde a topos rosas, que aparte de ser hortera, ha requerido matar a varios animales. Si no algo inesperado.

Una cosa puede ser sencilla, pero sorprender igual. Por ejemplo: hoy en día los novios no regalan flores apenas. Si no le has regalado una condenada flor en 4 años de relación, mándale un ramo de flores. Si no sabes qué flores le gustan, recurre a las rosas. Si le gustan las margaritas, mándale un ramo de margaritas. Aunque sean más baratas que las rosas. Sabrá apreciarlas igual o más.

Si sabes que a tu novio le gustan las camisetas freaks, regálale una. Busca en Google, entra en www.ropafriki.com, o www.jinx.com, o en www.thinkgeek.com Sorpréndele con una cosa de esas. Aunque a ti te parezcan horribles o estúpidas. Él lo apreciará.

No puede ser que estés rodeado de gente que quieres y no tengas ni idea de qué puedes regalarles. ¿Qué pasa? ¿Tienes problemas auditivos? ¿Estás compitiendo con Shrek por ver quien saca la vela de cera más grande del oído? Pues lávate las orejas, y aprende a escuchar.

Aprende a observar.

Cuando le veas parado delante de un escaparate, un milisegundo más de lo habitual, toma nota. Vuelve otro día y mira qué se pudo quedar mirando. Si había muchas cosas, haz memoria. Seguro que mencionó algo cuando dejó el escaparate atrás.

Escuchar sobretodo. Hacer una nota mental de las cosas que va diciendo que le gustaría tener.

Analiza a la persona.

Igual no te ha dicho explícitamente lo que quiere, pero por la forma de vestir, lo que lleva encima, lo que suele leer, la música que escucha… Todo eso son señales para intuir un buen regalo.

Cuando una mujer se queda parada delante de un escaparate, mirando un peluche, y tú le preguntes “¿lo quieres?” y tengas una conversación parecida a ésta:

- ¿Te gusta? – dices tú.
- Hombre, es bonito, no está mal –responde ella.
- ¿Lo quieres? –le preguntas.
- No, no. Da igual.
- ¿Seguro?
- Sí, sí –dice ella mientras dejáis la tienda atrás y ella mira de reojo el escaparate.

Cuando te pase eso, te vas a la tienda, cuando ella no esté contigo si quieres, y lo compras. O mejor aun, delante suyo te vas a la tienda y lo compras igualmente, por más que ella te haya dicho que no.

Porque las personas muchas veces no dicen con palabras lo que piensan de verdad, y en la mayoría de ocasiones las mujeres dicen exactamente lo contrario de lo que piensan. Somos así de “adorables”.

Si haces eso, estará encantada. No dudo de que te llamará tonto. Te dirá “qué tonto eres”, “no hacía falta”, o algo parecido. Pero pensará que eres su héroe, aunque no te lo diga. Y a la noche, seguro que lo notas xD ^^.

Los chicos… Bueno, son un mundo aparte.

Todos mis amigos son tíos y muchas veces no sé qué quieren exactamente. Pero bueno, muchas veces es un libro. Otras es una peli. A Grunttt hace poco le regalé la edición especial de Top Gun, porque la ví y pensé que le gustaría. Muchas veces sin venir a cuento, veo algo en una tienda y pienso “esto le gustaría a Fulanito”. Pues compra eso.

A tu chico le gustará muchas veces que te vistas especial para él. Pues “regálale” ese conjunto que te quedaría tan bien y hará que babee una semana. Eso sí, llévalo tú puesto. Son cortitos. Al igual va y cree que es para él y se lo pone. Mejor, llévalo puesto con antelación xD.

Hay gente que regala cosas que ella misma querría tener. Estamos perdiendo el horizonte. El regalo no es para ti. Es para el otro. No hay que olvidar eso jamás.

A veces un regalo no tiene porqué ser caro. A veces algo que sea una tontería y hayas hecho tú mismo vale más que cualquier cosa que puedas comprar.

Recuerdo un caso muy chorra.

En uno de los MUDs donde jugué, tenía un programador un amigo mío. Y me programó un conejo de peluche que se llamaba Rolo. Me encantó. Lo “llevaba” a todas partes. Un tiempo más tarde me lo compró de verdad. Me hizo más ilusión ese peluche virtual que cualquier otra cosa que me hubiera podido regalar.

Vaya chorrada, pensará alguien. Sí, pero yo sabía que lo hizo para mí. Y sólo eso, valía todo el oro del mundo.

Tengo el anti-ejemplo: un amigo, también programador, de hecho el tío por el que bebía los vientos hace tiempo, me dijo que me programaría un ìtem paraguas. Una estupidez ya ves tú. Le llevaba también, cinco minutos a lo sumo, entre hacerlo, subirlo, cargarlo, clonarlo, y dármelo. Y no lo hizo. Y pensé: “qué miserable”. Yo no valía ni cinco minutos de su tiempo.

Probablemente el chico pensó que era una chorrada y que lo estaba diciendo en broma. Y pensó que no le iba a dar mayor importancia. Craso error.

Las mujeres somos un cúmulo de detalles.

¿Qué puede ser más cutre que regalar unas plantillas ortopédicas en San Valentín? Regalar una colonia en Navidad sin tener ni idea de a qué huele y si le gustará a la persona o no.

Hay quien regala colonias como churros. MUY MAL. La colonia es de las cosas más personales que existe. Es muy curioso, pero una colonia no huele igual en dos personas distintas. Y por una razón muy sencilla: porque dos personas no huelen de la misma forma.

Por amor de Dios, no regales una colonia si no tienes ni idea del tipo que le gusta a la persona. Ni aunque te gastes medio sueldo en ella. Más vale regalar algo más sencillo que sepas que gustará. Si no, encima la otra persona estará en el compromiso de llevarla, y oler eso que no le gusta nada todo el día.

Un regalo es un premio, no un castigo.

Regala algo cuando menos se lo espere.

San Corte Inglés existe. Se celebra en varias épocas del año: 14 de febrero, 23 de abril, y del 24 de diciembre al 6 de enero.

Aleatoriamente se celebra 3 días más al año como mínimo: cumpleaños de él/los, cumpleaños de ella/s, aniversario de los/las dos. También hay quien lo celebra una vez al mes el día que empezaron a salir. Pero los días más reconocidos como San Corte Ingles son 14 de febrero y 23 de abril. No te olvides de regalarle algo en esos días, y el día de vuestro aniversario, sobretodo éste último, porque los dos primeros los tiene todo el mundo, pero vuestro aniversario es especial y ella lo recuerda cada año.

Recuerda: clonaron a la oveja Dolly, pero se murió al poco. Cuando te asesine por no haber regalado nada, no podrán clonarte, y a menos que desciendas de un felino y no de un mono, cosa que dudo, no tienes 7 o 9 vidas. Anota los días señalados.

Las relaciones se nutren de esos detalles.

Alguna vez regala algo porque sí. Porque no viene a cuento. Esos obsequios son los que valen más.

Creo que ya lo he dicho casi todo, pero antes de cerrar este pequeño curso de El Arte de Regalar, un apunte más: Los regalos que tiene que pedirse, cuando se consiguen, no valen una mierda.

Si esa persona especial, quiere una entrada del musical de “La Bella y la Bestia”, y tiene que implorarte poco menos que se la compres, cuando lo hagas, no valdrá nada. No salió de ti.

No lo olvides nunca: un regalo es para que la otra persona lo disfrute. Y esté contenta. Porque si esa persona especial está contenta, también lo estará contigo.

Haz feliz a esa persona.

Si la felicidad es tener un ramo de flores, que mañana estarán muertas, cómpreselas. Aunque pienses que es una estupidez.

Porque un montón de flores muertas son una imbecilidad, sí. Pero la sonrisa que te dirija esa persona cuando las coja, eso vale todo el dinero que puedas conseguir en una vida.

Y eso es lo que verdaderamente importa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

MARICA
TIENES RAZON
ME HAS AYUDADO BASTANTE

HAY Q APRENDER A ESCUCHAR