4/18/2013

Fé de vida

Bueno, no es que importe demasiado pero... Sigo por aquí (a pesar de que el taladro de las obras del piso de abajo de la oficina intente que me dé un ataque de nervios).

Tenía cierta noción de que hacía tiempo que no escribía, y ahora que lo miro, me doy cuenta que hace más de un año que no pasaba por estos lares.

Un año y medio da para mucho, Para mucho, mucho.

Allá por 2011 cuando escribí la última entrada, no tengo ni idea de cuál era mi preocupació máxima. Ahora mismo puedo decir que me preocupa hasta el trabajo.

Quién me lo iba a decir a mí en 2006.

Que me iba a preocupar el trabajo, cuando entré a trabajar en Caja Madrid. Y más, saliendo de donde salía. Porque con mi ojo clínico para los puestos, me escapé de las brasas inmobiliarias para caer en el fuego financiero.

Pero, eh, aquí estamos: resistiendo.

Ha llovido mucho desde 2006. Y qué decir de 2007 y 2008 cuando estalló la crisis, esa que los políticos preveían ver finiquitada en 2012 a más tardar. Pues nada, oigan, que estamos en 2013 y no creo yo que hayamos visto lo peor. Ni de la crisis, ni de la humanidad. Porque confieso que cada día pierdo un poco más la fé en el ser humano.

Algo tenemos que estar haciendo mal. Muy mal.

Antes no leía apenas las noticias. Cuando era pequeña veía el noticiero mientras comía con mis padres, como una rutina del día a día. Ahora leo los periódicos todos los días: La Vanguardia, El Mundo, El País, Cinco Días y Expansión. Y El Confidencial si me apuras.

Y una cosa puedo decir con certeza: se es más feliz en la ignorancia, pero bueno, entiendo que ya solo por mi trabajo es imposible permanecer al margen de la actualidad.

No sé.

Esto me recuerda mi pensamiento aquel de que el humano es malo por naturaleza y bueno por necesidad. El humano es, básicamente, egoista. Si no, no se puede entender todo lo que pasa en el entorno.

Asusta pensar que hace falta que una persona llegue al suicidio para que el representante de la ciudadanía se cuestione si quizás no está algo mal en el tema de los deshaucios.

Yo creo que estamos llegando un poco al límite. Y que nos están tomando el pelo.

No sé cómo es la cosa en otras partes del mundo, aunque a buen seguro todos tenemos nuestros trapos sucios. Pero, cuando haces una lista rápida de los últimos acontecimientos en España, como poco te estremeces.

  • Suicidios ciudadanos por no poder pagar las propias deudas y ante el temor de verse deshauciados
  • Jóvenes que se exilian por falta de puestos de trabajo
  • Corrupción política, a un nivel insultante en que no solo se suben el sueldo o cobran en negro, si no que con demagogia menosprecian los problemas de su pueblo
  • Pagos en negro que preescriben o se tergiversan
  • Periodistas que plasman en sus fotos cómo la clase política se toma a risa los problemas del ciudadanos mientras juegan al apalabrados con sus flamantes iPads pagados con el dinero del contribuidor. Periodistas, que dicho sea de paso, son amonestados porque "desde ahí no se pueden sacar fotos", mientras al representante del pueblo no le pasa nada.
  • Monarquía tan corrupta como los políticos, donde la familia real desfalca, o sus allegados y no pasa nada.
En el extranjero, políticos que van a cárceles de lujo con pistas de padel. What the fuck?

Locos que asesinan personas indiscriminadamente. Hace un año en Noruega, este año en institutos de USA, esta semana en la maratón de Boston... De verdad, algo estamos haciendo MUY mal. Korea del Norte que amenaza al mundo (especialmente a Korea del Sur, Japón y USA) con misiles nucleares.

Es que la gente se toma la muerte a broma? Es que tan poco valoramos la vida?

Da la sensación de que da igual estar sobre la faz de la Tierra o no.

También somos hipócritas.

En occidente nos afecta más la muerte de 3 personas y 150 heridos en una maratón popular, más que todas las personas que padecen sufrimientos cada día en todo el mundo y de los que no somos conscientes simplemente porque no habitan un pais rico o "primermundista".

Sí, me parece una aberración la muerte del pequeño de 8 años en Boston pero... Qué hay del resto de niños que mueren cada día por guerras que no reciben ese nombre, o de hambre o de malos tratos... Y el resto de adultos que mueren cada hora. De ellos no se habla porque son amarillos o negros o islámicos o están en un país cuyo nombre un norteamericano no es capaz de situar ni pronunciar.

Hipócritas, es lo que somos todos. Porque vivimos gracias al sufrimiento ajeno y cerramos los ojos o miramos hacia otro lado. Y da igual que estemos en el S. XXI. Y lo mismo dará que llegemos al S XXX (aunque a este paso no lo veremos nunca).

El ser humano piensa que el mundo termina con su muerte. Y no. No es así.

A la Tierra le da igual que yo me muera dentro de 45 o 50 años. Y le da igual que muera la Sra. Merkel, o el Sr. Rajoy o el Sr. Rubalcaba o el Sr. Mas. O quien sea. Porque seguirá aquí cuando nos vayamos. Y qué habremos dejado de herencia? Mierda.

Todo el mundo sueña con heredar. Una casa, una cantidad indecente de dinero... Y las familias acaudaladas pretenden seguir siéndolo para que su riqueza se transmita a sus herederos y así hasta el fin de los tiempos, acumulando más capital del que jamás serán capaces de dsifrutar.

Yo no quiero heredar capital. Yo quiero el dinero suficiente como para tener una vida tranquila, sí.  Pero no, no necesito una casa de 300 habitaciones que no podré disfrutar o que ni conoceré.

Yo quiero un planeta mejor. Quiero que mis nietos vean la colonización de matrte y sus tataranietos, la de mundos lejanos al calor de estrellas cuyo nombre hoy no conozco. Quiero que queden libres de enfermedades y hereden tecnología y ciencia suficientes como para tener una vida mejor que la mía. Lo quiero para ellos y para el resto del mundo.

Quiero un mundo libre de religiones, y no porque sea atea si no porque la religión, tal y como la esgrimen hoy por hoy, corrompe. Una humanidad libre de religiones, que no de valores.

No soy especialmente fan del fútbol. Ni de un equipo ni de otro, me parecen todos igual de aburridos. Pero sí estoy al tanto a base de leer tantos diarios al día, de quien es el Sr. Mourinho y de quién es el Sr. Del Bosque. Y si alguna cosa ha dicho el Sr. Del Bosque que haya llamado mi atención es: que el fútbol está hecho para unir, no para separar.

Bien.

Pues eso es lo que debería haber sido del tema de las religiones. Algo para unir a las personas, y dejar que cada uno crea en lo que quiera sin pisar al otro. pero claro, muy lejos de esa idea, nos encontramos hoy en que es un motivo para matar al de al lado. Porque la tolerancia requiere de inteligencia, cultura y comprensión, cosa que muy lamentablemente escasea en la media ciudadana. Igual que el Barça contra el Madrid.

Me meo de la risa cuando le preguntas a un niño de tres años de qué equipo es, y a ojos cerrados te dice que es de tal o cual partido. Pero animalico, acaso les has visto jugar como para poder comparar y hacerte una idea propia? No, solo sabes lo que tu entorno te mete en la cocorota. Pregúntale a un niño de tres años sobre su religión, y te dirá lo que haya mamado en su casa sin cuestionarse si le gusta o no, sin pensar, sin valorar.

Y aquí estamos, sin comprensión, porque escasea.

Escasea, pero no porque la gente sea idiota de solemnidad. No. Porque simplemente ya se preocupa muy mucho el Gobierno de no fomentar la cultura, ni la curiosidad ni el libre pensamiento. Porque si una persona piensa por sí misma plantea problemas de control.

Que pueden mucho los políticos hablar de si el aborto esto o el aborto aquello, pero lo que si han hecho muy bien los Gobiernos a lo largo de la historia es castrar mentalmente a sus ciudadanos. Queridos políticos, si tanto les preocupa el aborto sepan: cada día están ustedes abortando cerebros con sus medidas absurdas y egoistas, con sus políticas de educación deficientes...

Quiero una sociedad que sea capaz de pensar por sí misma, de valorar, de disfrutar. Que no pierda la curiosidad y donde no se maten unos a otros por papeles. Ni por ceros y unos.

Pienso en la educación. No sé cómo es en otros lugares, pero en España es terriblemente mediocre. Desde el uso de la lengua pasando por las ciencias. Es horrible. Está claro que el Gobierno quiere mano de obra barata, no cualificada y que no se sientan capaces de discutir.

En este tiempo que no he escrito, he leído bastante, y entre lo que he leído se encuentra la ciencia ficción clásica, como 1984. Treinta años más tarde, vamos camino a ello.

Se ha puesto de moda que no se utilicen palabras malsonantes. Por ejemplo, no se puede utilizar "deshaucio" porque suena feo. Los jóvenes no se exilian al extranjero, tienen movilidad laboral... Es como el trabajo de la creación del nuevo diccionaro de 1984 en el que cada día se borraban palabras o se les cambiaba el significado. En ello estamos.

El problema es, vivimos en sociedad (en el sentido que nuestros hogares están apilados unos junto a otros), pero en algún punto, nos hemos convertido cada vez más en individuos.

Y somos prepotentes.

Oh, si lo somos...

Somos la peste. Porque nosotros, los ciudadanos occidentales del S. XXI nos creemos poseedores de la verdad absoluta, y decretamos a la fuerza que la nuestra es LA forma de vida. LA sociedad. Y que los pobres aborígenes del Amazonas, pobrecitos ellos, tan incultos y desconocedores de la vida, valen menos que nada (y qué decir de los africanos, pobres, que no hacen más que matarse unos a otros y a nadie le importa slvo que haya piedras preciosas, petroleo o metales útiles para los móviles). Y que nuestra forma de cultura y de vida merece que sacrifiquemos la suya y su hábitat, y sus animales y que les exterminemos o les mandemos a vivir en chabolas porque necesitamos petroleo y queremos carreteras.

Porque las grandes empresas nos hacen creer que no hay nada que sustituya al petroleo y al gas. Y por eso, tenemos todo el derecho del mundo de masacrarlos.

Eso es ser humano en el S. XXI.

A este paso, no hay problema. No llegaremos al S. XXX (para tranquilidad del ecosistema -que resista-).

Pero a quién le importa que mañana no hayan árboles, que dentro de sesenta años no queden bosques, y se hayan extinguido los animales autóctonos?

No, desde luego, a los presidentes de las corporaciones que estarán muertos, ni a los presidentes del gobierno de turno. Porque para ellos el mundo termina con su muerte, y a nosotros, los que quedemos, y a nuestros hijos y nuestros nietos, que les den por culo.

A veces miro al cielo, y me pregunto qué será de la vida en el 2026, cuando los primeros colonos marcianos lleguen a Mars One. Y pienso que igual debería leer La Trilogía Marciana.

Como se decía antaño: Sky is the limit.

Mientras, aquí en la Tierra, o por lo menos en España (que es lo que conozco), la gente está demasiado agotada para mirar al cielo, para soñar.

Suben los precios, los impuestos, escasea el trabajo, bajan los sueldos, se pierden las casas, aumenta la pobreza y los suicidios. Y lo único que tenemos es ya fuerzas para poner la otra mejilla.

Sube la gasolina? Vale, sube la gasolina, ya pago pero por Dios, no quiero saber de nada más.

Bajan los sueldos? Bajan los sueldos, comeré menos, viajaré menos, sacrificaré la cultura.

Suben los impuestos? Suben los impuestos, vale...

Y un golpe, y otro golpe... Hasta que te parece que es lo normal. Como el maltrato. Si mi pareja me pega es porque estoy haciendo algo mal. Seguro que lo merezco. Al final, piensas que de verdad lo mereces.

Y no: no lo mereces.

Cada día oímos hablar de igualdad a los políticos, que se llenan la boca de palabras cuyo significado conocen solo en teoría. Que vivan con 300 euros. Que vivan en la calle deshauciados. Que viven en una casa de 30m2. Que practiquen lo que predican... Pero ah... Eso no es para ellos.

Si el ser humano es político, estamos jodidos. Porque hoy en día el político es el animal más egoista que existe sobre la faz del planeta.

La verdad es que debería escribir más a menudo, porque la de cosas que se me juntan dentro para vomitar..

Amanece, que no es poco.

Y aunque no lo parezca, en rasgos generales estoy más que feliz, a pesar de todo.