5/07/2013

Las profesiones más antiguas del mundo

El domingo vinieron a comer a casa mi madre y mi hermano.

Mi madre tiene dos trabajos para poder llegar a fin de mes, uno de lunes a viernes, y otro para los fines de semana y festivos (que según el año puede legar a incluir fin de año, año nuevo y todo lo imaginable). Con estos dos sueldos, ingresa la friolera de 1200 euros, descontando los días de baja o las hora que no pueda trabajar. Y con eso tiene que hacer malabares para pagar el alquiler, la comida, luz, agua, gas, teléfono... Sobrevivir, como intentamos hacer todos, vamos.

Mi hermano es un caso de estos de ni estudio ni trabajo. No tengo muy claro de si por vagancia, desmotivación o ambas dos cosas. Este mes tiene que hacer un examen para ver si apreba ESO y puede así plantearse entrar en un módulo. Módulo que por cierto, también saldrá del sueldo de mi madre.
Mientras estábamos en la comida, salió el tema de la educación española.

Antes me exasperaba mucho con mi hermano y tenía tremendas discusiones sobre su futuro. Llegué a un punto en que ya no le abronco, porque a fin de cuentas, no soy progenitor suyo, y quizás lo mejor que puedo hacer es darle una opinión y que haga con ella lo que quiera.

La verdad es que el día a día de la juventud actual se me escapa por completo. No tengo ni idea de qué piensan ni a qué aspiran, solo lo que se entrevé en ocasiones.

Últimamente leo mucho las noticias. La verdad es que hay ocasiones en las que me pregunto para qué, si a fin de cuentas casi todo son desgracias. No hay día que no te indignes por ver cómo está el mundo.

Hace unos meses leí que un filósofo americano recibirá una beca de 4.000.000 de euros para investigar sober la vida eterna, de una fundación privada. Me parece un tanto absurdo que se inviertan (o derrochen, pero prefiero decir "inviertan" y ser políticamente correcta) esas cantidades en temas tan abstractos. El filósofo en cuestión tranquilizó al personal indicando que su trabajo será muy profesional y no se basará en cazafantasmas ni similares. Menos mal. Ahora dormiré mucho más tranquila.

Mientras, en laboratorios más serios, hay muchos investigadores que no tienen recursos prácticamente ni para el material de papelería, cuyos fondos para encontrar nuevos medicamentos o mejoras para la humanidad se recortan cada día.

A veces sale un rayo de esperanza, como el proyecto Mars One y te planteas que quizás hay aun un futuro. hasta que caes en que parte de los participantes en la primera misión espacial que llevará a nuestros congéneres a habitar otro planeta, será elegida por encefaloplanos que miran la tele como un hermano cualquiera en el que nominan a los concursantes. Un poquito fuerte...

O sea, que me estás diciendo que las mismas lumbreras que votan a sus políticos tan acertadamente, son los mismos que quizás vía streaming elegirán a (obviamente) los mejores candidatos a tal fin. Teniendo siempre en mente qué invididuo es más apto, y no porque sea más simpático o la tía que tiene mejores peras, por su puesto.

En fin.

Y en esta tesitura, hoy recojo el La Vanguadia para llevárselo a mi jefe y que así lo lea en la oficina, y cual es mi sorporesa cuando me encuentro la cara de Elrubius en portada. Omfg!

Llegados a este punto no sé decir si no debería avergonzarme el hecho de saber quien es, pero cuando eres gamer... Bueno, algunas cosas son inevitables.

Yo lo conocí por un video de coña sobre el RPG "Skyrim". Que por cierto, no he llegado a jugar porque me marea, cosa que me pasa con todos los juegos en primera persona (sé que puedo alejar la cámara, pero inexplicablemente, me marea igual). También me pasa con juegos muy rápidos como era hace millones de años el Quake Arena o cualquier shooter.

Pues sí, un personaje Elribus este.

Después de su video con las famosas flechipollas, un humor muy simple, absurdo y quizás masculino, del estilo de "caca, culo, pedo pis y tetas!!!! y nabos!!!!!!!", me quedé un poco traspuesta, pero inevitablemente su frase "flechipollas para todos" se incorporó en el vocabulario habitual de pareja. Junto al cuerno de mamut, muy a mi pesar debo decir.

El jovenzuelo este, edita (por así devirlo) videos de un minuto sobre otros videojuegos. Para quien los haya jugado, la verdad es que son la monda. Tiene videos como Pokemon en un minuto, World of Warcraft en un minuto (impagable la reflexión sobre la matanza de jabalíes), Tera en un minuto, League of Legends en un minuto... Y son bastante graciosos.

Lo que me parece insoportable son aquellos cuya duración exceden ese tiempo, los de diez minutos o más con su gameplay de turno, o incordiando al compañero de piso. A veces te preguntas para qué hacer tanto el payaso. Te lo preguntas hasta que tal día como hoy lees en La Vanguardia que el xicotet puede llegar a ingresar entre 100.000 € y 1.000.000 € al año con sus videotonterías. Sin más. Porque un día decidió plantarse delante de una cámara y hacer el tonto. Y a los demás nos hizo gracia en algún momento.

Imagino que aunque los videos más entetenidos son los cortos, porque este hombre acaba haciéndose cansino, debe ser difícil tener una idea periódica bueno, para mantener la audiencia que es la que te da de comer porque necesitas sus visitas y así, se te ocurre vender tu integridad haciendo cortos como el de molestar a tu compañero de piso.

Quizás por 100.000 € yo también lo haría.

Y por un segundo, corre por tu cabeza la alocada idea de inetntar unirte al selecto grupo de bufones virtuales que se nutren en cierta forma de la estupidez y simplicidad ajena. Por el dinero fácil. Y ese pensamiento me parece peligroso, porque, quién va a querer ser un científico y descubrir cosas nuevas, si no podrás ganarte la vida con ello, mientras haciendo el chorra en internet sí, o vendiendo la moto de que pedes descubrir la vida después de la muerte.

Me parece peligroso.

Peligroso, y no deja de ser una reflexión darse cuenta de que mal que nos pese las dos profesiones más viejas del mudno siguen vigentes: bufones y meretrices.