12/17/2007

Fuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuck!


Imagen - Autor desconocido


Con la cabeza embotada y un frío del carajo, te pones el abrigo y la bufanda. Coges el bolso, buscas tu Blackberry, coges un libro y cierras la puerta tras de ti. Bajas las escaleras comprobando que tu madre te ha llamado y ves que son las seis y veintiuno de la tarde.

- Joder… Llego tarde.

Para una vez que quedas con tu madre y tu hermano para ir al cine… Y llegas tarde.

- Puto Wow… Puto desorden… Puto frío que me hace estar más rato debajo del agua caliente de lo habitual… - piensas.

En la calle hace frío, aunque la temperatura de casa también deja mucho que desear. Realmente no sabes si hace más frío dentro que fuera.

Caminas a paso ligero por la calle, casi al trote, lo cual un día de estos hará que te tuerzas el tobillo gracias a los condenados tacones. Y sigues pensando que llegas tarde, con tu libro bajo el brazo… "1001 noches de invierno" cuan apropiado. Mirando al suelo intentando no meter el tacón en la primera rendija que te encuentres, te percatas de que el suelo brilla de forma sospechosa.

Y empieza a chispear… Murphy existe.

Maldices y guardas el libro en el bolso que, por una vez, no es impermeable. Tu primera preocupación es que el libro no se estropee, que le den a la ropa, que le den al cine… Para una vez que cambias de bolso y no coges paraguas…

Miras la Black de nuevo… Joder… Las seis y veintitrés. Fijo que llegas tarde.

Cruzas la calle, maldiciendo la gente que se te cruza cual borrego despistado, llegas a las escaleras del metro, y bajas.

- ¡Joooooooooooooooooooooooooooder! ¡Me he dejado la puta tarjeta!

Tienes una T 50/30 y encima tienes que comprarte una nueva porque te la has dejado en el otro libro que estabas leyendo, que por cierto, no recuerdas cuál narices era.

- ¿Tarjeta o billete? ¿Tarjeta o billete? ¿Tarjeta o billete? –tic tac, tic tac… El tiempo corre y te pones a pensar qué es más engorroso y el ahorro económico-Coño… Bueno va, un billete, total… Ella debe tener tarjeta para la vuelta.

Bajas encabronada por las escaleras, después de haber tenido que pagar un euro veinticinco que no habías previsto. Puto cine. Puto metro. Putos tacones… Y sigues llegando tarde.

Pero aun hay salvación. Existe una posibilidad de que tu madre no te fastidie hasta el final de los tiempos por ser una impresentable y dejarlos tirados esperando a las puertas del cine. El metro está a treinta y cuatro segundos de llegar al andén y hasta Plaza Universidad son pocas paradas.

Y el metro llega al andén con puntualidad casi británica.

Ya en el vagón, buscas un hueco donde apoltronarte y disfrutar de un buen rato de lectura. Y la historia es condenadamente buena… Siempre te preguntaste qué fue de la vida de Blancanieves después de casarse con el Príncipe Azul… Y aquí hay una muy buena versión de los hechos. Pero cuando estás llegando al meollo del asunto, la voz mecánica anuncia por los altavoces que ya has llegado a tu destino y te ves obligada a cerrar el libro antes de acabar la historia.

- Coño… Ya podían haber más paradas.

Te apeas en Plaza Universidad con la duda de qué pasará en las próximas páginas.

Llamas a tu madre, que te ha enviado un mensaje diciendo que estaba en el Bracafé al lado del cine… ¿Bracafé? No recuerdas ninguno… Pero hace mil que no vas a los cines Aribau y quizás han puesto una nueva cafetería de esas franquiciadas.

- Estamos en la puerta del cine – responde tu madre al coger el teléfono.

- Vale, mamá, ya estoy llegando, estoy cruzando Gran Vía. No tardo.

- No te preocupes, son y media escasas y aun falta para que empiece la película. Nosotros estamos aquí en el Bracafé. El cine está vacío aun, no hay casi gente.

- Ok. No tardo.

¡Guay! Son las seis y treinta y cuatro. De puta madre. No has llegado tan tarde.

Cruzas la avenida con cuidado de no resbalar. Llegas a la puerta del cine. Aun falta algo más de cuarenta minutos para que empiece la peli y estás muerta de hambre, pero afortunadamente, al lado del Aribau está una de tus pizzerías favoritas. De repente empiezas a salivar al recordar lo buenas que están allí las pizzas y piensas en una porción de tomate y un alfajor de postre.

- Joder… ¿Dónde están? – te preguntas, mientras te indignas y notas que empiezas a cabrearte, más por el hambre por no haber comido aun hoy que por otra cosa.

Miras a un lado y otro de la acera. Nada en la entrada de la sala cinco. Nadie en la entrada de las otras… Nadie en el bar comprando palomitas... Tampoco están sentados en las butacas.

Pues suerte que no había gente en el cine que si no…

- ¿Dónde mierda se han metido?

Coges el teléfono, y la llamas.

- Mamá, estoy acá delante del cine. ¿Dónde están? No les veo.

- Estamos en la entrada del cine.

- Pero a ver mamá, ¿delante de qué lado? ¿Del lado de la sala cinco? ¿O donde las bebidas?

Y se hizo el silencio.

- A ver, nena… Estamos en el cine Urgel.

- Vale, sí. Pero no os veo.

Y una vocecita suena en algún punto de tu cabeza… ¿Urgel?

- ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡FUCK!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Vale: eres imbécil.

- Joder mamá… ¿En el Urgel?

- Sí, claro, donde quedamos…

- ¡Joder! Me vine al Aribau toda convencida… Mierda… Ahora voy para allá.

Jooooooooooooooooooooder… Definitivamente, te das cuenta de que vives en la parra y te preguntas cómo mierda lo hiciste para que se te fuera la pinza de esa manera y acabaras en el cine equivocado.

Adiós pizza de tomate. Adiós alfajor de dulce de leche. Adiós euro con veinticinco, y encima por dos.

- Porqué carajo no compré una tarjeta de metro…

Y compras otro billete de nuevo, porque no tienes ganas de caminar una puta parada con este frío que cala los huesos.

Finalmente, llegas al Cine Urgel, saludas a tu madre y a tu hermano. Mientras piensas solo en comida. Por favor, algo comestible… Unos ganchitos, un bocadillo, un Frankfurt, chocolate… Algo… Pero nada de palomitas… Estás hasta la moral de las palomitas…

Tu madre te compra unos ganchitos y un chupachup… Hacía… ¿Cuánto? ¿Cuánto hacía del último chupetín? Tu hermano recoge sus palomitas, a las que miras con ansia, y acabas cogiendo unas cuantas. No una, ni dos, ni tres... No, como cinco o seis veces, mientas piensas indecisa quien será tu próxima víctima, la bolsa de Chetos o el chupachup de fresa.

***

Acaba la peli, que por cierto no tenías ni pajolera idea que era de animación 3D. Solo tenías constancia que salía Angelina Jolie, y tú ves todas sus pelis. No está mal. La peli tampoco...

Y caes en que no has cubierto las necesidades más básicas, pero ahora mismo solo la cena tiene solución y el resto, hay que joderse.

Tu madre dice de ir a la pizzería, y caminando. Tu dices que mejor en taxi que se tarda menos, hace menos frío y es más rápido.

¡Ah! Qué delicia disfrutar de esas dos porciones de pizza... Y la cocacola de lata bien fría, mientras contemplas el alfajor que pronto va a desaparecer de este mundo para pasar a formar parte de ti. Te regodeas pensando que aun después de evacuarlo, siempre habrá un resquicio de ese alfajor en tu cuerpo. Probablemente en forma de grasas... Pero joder, qué gusto devorarlo.

Y llega la inevitable hora de volver a casa. Tu madre a llevar a tu hermano y saludar a tu padre, y tú a jugar a WoW (puto WoW). De hecho, a estar en la perenne cola de la raid, ni siquiera jugar (puto WoW).

Tu madre propone ir a pie... Pero con el frío que hace mejor ir en metro que para colmo tú vives más lejos.

Y cuando estáis cruzando la calle ella dice...

- Me he dejado las tarjetas de metro en casa... Todas.

- Joder pues yo tampoco llevo ninguna...

Por tercera vez en tres horas coges el puto metro, y esta vez directamente compras la tarjeta, mientras te planteas por qué narices no la cogiste al salir de casa, ni compraste una directamente.

Pero bueno, no va de siete euros... ¿O sí?

2 comentarios:

Ángeles Navarro dijo...

XDDDD....Que fino!!!Me reí mucho, eres igual de traga moscas que yo. hoy, casualmente y a proposito de tú post, deje las puñeteras llaves de la tienda, tuvo que venir mi jefe de su casa con las llaves y abrimos media hora tarde, y todo por cambiarme el abrigo. Feliz Año Nuevo...

Ysondra dijo...

Hola!

Jajajaja, ya ves qué rabia que me dio xD :_ Pero bueno, visto así fue divertido =)

Yo hoy me dejé la cartera en casa y tuve que pedir que me habilitaran el acceso al PC y al edificio xD :_ Y pedir 4 euros a un compi del curro para desayunar...

No sé dónde carajo tengo la cabeza estos días... En fin.

Feliz Año Nuevo! ^^

Besos =)