1/30/2008

Out of Control

(c) Liiga Smishkalne - Deep Red

¿Cómo sabes que estás fuera de control?

Cuando tienes ataques de compra compulsiva, cuando te irritas más de lo normal, cuando le saltas a todo el mundo a la yugular, cuando te sientes agotado, cuando fallas en el trabajo, cuando sabes que no estás haciendo las cosas bien…

Llevo varios días fuera de control. Pero bueno, para bien o para mal el lunes exploté en un alarde de los míos.

La verdad, poco se puede hacer por ello. Pero lo que me preocupa es esa sensación.

Todavía alucino cómo el viernes pude irme a un atienda Game, plantarme allí y dedicar setenta y ocho minutos a elegir entre una Nintendo DS y una Sony PSP. Lo cual indica que a pesar de que el impulso fuera inducido por una neura, dediqué el tiempo suficiente como para decidir.

La verdad es que la semana pasada fue una semana de mierda, por motivos diversos.

Había planeado irme a pasar el finde a Madrid y descansar de la vida en general y el juego en particular. Al final por circunstancias, no me veía capaz de irme de fiesta y dejar sola a mi familia, por lo que decidí cambiar el billete.

El mismo viernes, estaba a las once de la mañana pensando si cambiarlo o no cambiarlo.

¿Qué fue lo que me pasó por la cabeza para cambiar los planes? Un montón de cosas. Pero aunque la cosa fue por temas familiares, también tuvo algo que ver la cobardía.

Sé que estoy fuera de mí cuando me siento paranoica y creo que todo lo que pasa alrededor mío es una confabulación mundial contra mi persona. En algún punto en las últimas semanas, perdí la cordura, y creo que se quedó extraviada junto con el sueño.

Tal vez raidear hardcore no fue la mejor de mis ideas.

El jueves por la noche, cuando tenía que hacer una maleta, tres palabras que yo interpreté como me salió de los bajos, me hicieron cambiar radicalmente de opinión, y preferí quedarme en Barcelona. A más vueltas le doy a aquello, más pienso que me estoy volviendo gilipollas sin remedio.

El viernes me entró el ataque de “mala hija” que se va de vacaciones cuando la familia la necesita. Ya sé que mis padres me dijeron que me podía ir, pero yo simplemente no podía o no me atreví a irme y dejarles solos.

El sábado estuve con unos amigos de barbacoa, y el domingo en casa de mis padres haciendo la comida y tal.

Una parte de mí estaba tranquila, y la otra no paraba de llamarse a sí misma cobarde y subnormal por no haberse ido de viaje.

El lunes, simplemente exploté.

No tenía ganas de jugar, no tenía ganas de raidear, estaba deseando que quien fuera in u off game me diera un motivo para destrozarlo. Soy genial buscando pelea. La encontré y destrocé todo lo que se me puso delante, sin pensar en las consecuencias.

A quien le importan las consecuencias, yo solo tenía ganas de romper la vajilla.

Y bien rota que la dejé, por cierto.

Ahora, aunque me puedan preocupar las consecuencias de mi rabieta, lo que más me preocupa es mi falta de control sobre mi forma de sentir, y de expresarme.

Quizás haber explotado no estuvo mal, ahora me siento más relajada en cierta medida y es la forma de llamarme la atención yo misma, para no repetir la estupidez.

Me pregunto… El viernes fue la PSP… Si no controlo esos accesos de rabia y compra compulsiva, la próxima vez, ¿qué será? Un coche?

Y cuando lo analizo me doy cuenta que tengo tendencia en mis días malos a comprar cosas, como auto premios. Siempre pienso va, solo son seis euros… Pero suma y sigue. Seis, más seis, más seis, más seis…

Ayer me dijeron también un par de lindeces que probablemente merecía. Entre ellas que debería comprar menos, jugar menos y salir más. Pero bueno quien lo dijo no es nadie para echarme eso en cara. No obstante tocó el punto débil y como ayer ya estaba bajo control, no respondí…

Porque mi respuesta hubiera sido “no sabes nada de mí, ni de mi vida, ni de cómo soy, y no tienes derecho a decir nada”, pero la respuesta hubiera sido “tú tampoco tenías derecho a decir todo lo que dijiste”, lo cual, es cierto.

¿Las palabras se las lleva el viento? Quizás algunas palabras necesitan huracanes para que se las arranque de la memoria y muchas veces ni eso.

*** Nota mental: Contar hasta 20 antes de hablar, porque a cien no llegaré. Evitar zonas comerciales cuando esté rabiosa o deprimida. Meterme la lengua en el culo antes de decir nada si estoy enfadada. Desconectar o marcharme, si no consigo meterme la lengua por el culo. Paso de mordérmela, capaz sería de envenenarme yo misma.

La verdad es que aunque lo que pasó el lunes me sabe mal, lo único que no me quito de la cabeza es cómo coño exploté así, lo fácil que he perdido el control estos días, y cómo he permitido que pasaran algunas cosas que no tienen que volver a pasar.

Cualquier día pido el traslado a Madrid. Vivir así es una puta mierda. Vivir currando solo es una puta mierda. Vivir lejos de los amigos es una puta mierda. Vivir solo es una puta mierda.

Pero hay cosas peores.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Oye... que si te aburres de la PSP, me la puedes regalar. (xD)

[Leyéndote lo que interpreto es que estás muy estresada :/].

Ysondra dijo...

No te la regalo, pero vamos un día a un café y te la presto =P =)

Estaría bonito por tu parte que trajeras un par de series de anime de paso xD

Jajajajaja

Yeah, bastante estresada. Imagínate que me vuelvo al gimnasio xD

Nashiel dijo...

vas a volver al gim???

Oye k si sigues estresada por Alicante t puedes pasar y nos echamos unas risas

Besos

Ysondra dijo...

^^

Tomo nota =)

Pues sí, me miro para ir un finde =) Este subo a Madrid, pero miro calendario y te digo ^^

Necesito volver al gimnasio... Mejor correr en la cinta, que asesinar gente por la calle con katanas.