2/22/2008

Suicidio emocional

(c) Ima Ichiko - Night Scene - Hyakkiyakosho


No está de moda ser sincero.

Ser sincero en esta vida, es sinónimo de inocentón o tonto, y en el caso peor: borde.

Ser sincero está visto como un defecto, como la carne al vivo donde clavar las garras con el menor giro insospechado e infortunado de los acontecimientos.

Ser sincero, es objeto de mofas. De las burlas del vecino.

Es incluso motivo de despido laboral.

La sinceridad es el dedo en la llaga que nadie se atreve a meter, o unas pocas personas, a los que el resto considerará demenciadas o idiotas.

No señor. No está nada valorado, ser sincero.

La sinceridad, provoca miedo.

Y digo yo: ¿por qué tenemos que temer decir lo que de verdad pensamos? ¿Dónde está el problema? ¿Qué es lo malo?

Ser sincero, invita al rechazo.

La gente no está acostumbrada a decir las cosas tal cual las siente. Declaran sentimientos utilizando subterfugios. La gente no está acostumbrada a decir abiertamente “te quiero”, y por ello cuando la ocasión lo requiere te colapsas, te quedas en blanco, te sientes desnudo, desvalido, corazón palpitando a punto casi de salir por la boca.

Ser sincero, es sinónimo de paria.

El mundo premia a los hipócritas, esos que se sientan en sus cómodos y mullidos sillones en la cúspide del poder. Esos que todos saben perfectamente que tienen de sinceros lo que un pedo de buen olor.

Emotivo, efusivo, espontáneo, sincero son sinónimo de inmaduro. Porque las personas maduras son frías, contenidas, comedidas y han aprendido a ser mentirosas e hipócritas.

Entonces, yo, no quiero crecer nunca. Quiero seguir siendo pequeña, quiero seguir siendo una niña, quiero poder seguir siendo sincera. Quiero decir las cosas tal cual las pienso y querría que los demás pudieran aceptarlo tal cual es.

Los niños, son crueles. Son crueles porque se ríen de los nombres poco afortunados de los amigos. Son crueles porque te dicen que te odian sin pensarlo. Son crueles porque son capaces de coger una piedra y lanzártela sin pensar en nada más.

Son crueles, porque son espontáneos y aun no saben que tienen que reprimirse y que mentir.

El otro día hice una pregunta. Y me dijeron, es que si te digo la verdad es muy cruel. Pues yo, prefiero mil veces la crueldad de algo cierto a la dulzura de una verdad a medias o la mentira piadosa. Porque me dolerá una vez, caeré al suelo, quizás gatearé unos pasos... Pero siempre me levantaré para seguir caminando.

¿Porqué cuando vas a decir algo una verdad, piensas que estás siendo cruel, injusto, malvado?

Pues yo también quiero guardar mi parte de niña. No lanzo una piedra a la cabeza de nadie porque soy “civilizada”. Y como soy civilizada no hago daño con una pistola. Hago daño con las palabras, porque esas no dejan marcas a la vista de la gente.

Si yo insulto, si yo asalto, si yo retuerzo, si yo apabullo a alguien con mis palabras, no le queda una marca en la cara que diga “Ysondra le destrozó”. Alguien podrá contemplar una cara triste, y por más mísera que esa persona se sienta, no será capaz de reconocer que fue por algo que le dijeron y le hizo sentir mal.

Porque ser sincero y demostrar emociones, es sinónimo de debilidad. Y tienes miedo de que encima que sufres en silencio, si lo explicas, alguien se mofe de ti.

Si eso es madurar, quiero volver a ser pequeña, olvidarlo todo con un “no te ajunto”; y regenerar una amistad rota, con una simple sonrisa o un chupachup.

No quiero dejar de dormir una sola noche, pensando si lo que he dicho está bien o está mal.

No quiero dormir mal una noche, por haber sido fiel a mí misma, y haber dicho exactamente lo que pensaba, de la mejor de las maneras, sin un solo insulto, bromas por medio y bastante neutra. Y sin embargo, a pesar de haber sido sincera y mantener cierta belleza en esa sinceridad, me siento mal.

Mal, porque ser sincero es una carga.

Quizás sinceridad es sinónimo de egoísmo. Quizás sinceridad es la necesidad de decir algo que te está matando, para liberarte, sin pensar que automáticamente el peso de tus pensamientos recae inmediatamente en la persona que escucha. En la persona que lee. Aun sin tú quererlo o sin ser consciente de ello.

¿Qué es lo que hace que ser sincero sea algo negativo?

“No me lo digas”, le dice la mujer al marido que le pone los cuernos. No me lo digas, para que no me duela. No me lo digas para que pueda seguir engañándome. No me lo digas, para que no “exista”. No me lo digas para no traspasarme tu dolor.

“No me lo digas”, para que cargues tú con él. Con el silencio, con el pesar, con la culpabilidad. No me lo digas para no compartir tu desesperación. Miénteme, para que pueda seguir durmiendo tranquila.

Y así, ambos, el que miente u omite; y quien se deja engañar o se hace el loco, bailan al son de la misma música, en la misma sala y abrazados, pero mirando cada uno para el lado contrario con una sonrisa falsa.

Parece que hemos llegado a un final extraño.

Es tan raro, hoy por hoy, que uno diga lo que piensa y siente tal cual, que tal vez lo relacionamos con que nos van a decir algo malo, o que no queremos escuchar. Así que posiblemente evitas por todos los medios escuchar “eso” que te vienen a exponer, corazón en mano.

Muchas veces me dicen, “¿no te da miedo escribir lo que escribes?”, “¿no te da miedo que lo lean?”. No. No me da miedo. Este es el único lugar del mundo en el que puedo ser lo más parecido a mí misma que se me permite. Lo que puedo mandar a un diario, puedo escribirlo aquí sin tapujos.

¿Cuánta gente no dice más a menudo lo que piensa? Ni escribe a un diario, ni lleva un blog, ni lleva un diario, por miedo. Ojalá la gente se expresara más, hablara más, pensara más. Pero no está construido el mundo para que la mayoría piense por sí misma.

Escribes un artículo polémico con miedo de que lo lea nadie. Hablas de problemas en la oficina por lo bajini, para que nadie más os oiga. Vives un cuadro de Norman Rockwell que esconde una demencia de Lovecraft.

Y sin embargo, sabiendo todo esto, y siendo consciente, ni siquiera yo soy todo lo sincera que querría ser, para no hacer daño a algunas personas.

Tal vez eso es madurar. Darse cuenta del dolor que puedes causar y aprender a callarte a tiempo. Pero a veces, muchas veces, como ayer, como hace una semana, como hace un mes, he necesitado ser sincera.

Esta noche, insomne, sabiéndome culpable de que otras personas compartían mi falta de sueño; no podía dejar de pensar, si hice bien o mal. Si tenía derecho a decir lo que pensaba, sin haber reparado en la inquietud que iba a causar.

Y a pesar de todo, necesité ser infantil, lanzar la piedra, decir las cosas como son, irreflexiva, sin pensar en las consecuencias. Pensando que hacía lo mejor… Sin darme cuenta de todo lo que, sin quererlo, estaba cargando en sus espaldas.

*** EDIT

Es curioso, que ahora que estaba releyendo el post, me he quedado pensando, sobre la sinceridad, me ha venido a la cabeza el ataque de sinceridad que tuvo otra persona.

Pensar, que dentro de dos días, hará un año que desapareció una parte importante de mi vida.

Pensar, que yo no supe manejar un acceso de sinceridad de otra persona, la confesión de una vida sumida en las mentiras, que a su paso, transformaba en mentira parte de la mía.

Probablemente, ser sincero sí, es un suicidio emocional. Muchas veces cuando te ves con la necesidad de ser sincero, es para destapar una caja de Pandora. Pero, si en vez de aguantar con la mierda hasta el cuello hasta el final, no empezaras las cosas con mentiras, no te verías obligado a abrir la caja y con ella traer tus desgracias al mundo.

Tras un análisis rápido me doy cuenta que la carta que recibí hace 364 días, no hubiera necesitado ser escrita, si hace 2.922, aquella persona no hubiera lanzado la inofensiva bolita de nieve desde la cumbre de la montaña... Sin tener ni puta idea de cuán alta estaba y el inmenso impacto final.

Supongo que todos deberíamos tener derecho a ser sinceros, pero inherente a ello también tenemos el derecho de elegir, y entre esas elecciones, la de perdonar o no.

Quizás yo tenía el derecho de ser sincera ayer, y mi interlocutor, el de aceptarlo o no, responder, o no.

P.D.: Sigo sin perdonarte.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Sinceridad, no implica falta de tacto o de cuidado al decir las cosas. Se puede decir lo mismo de muchas maneras sin faltar a la verdad.

Que yo diga esto.

Mickykun dijo...

Tu tb tienes blog? :P

Ysondra dijo...

Ey feo =)

Yo sé ser sincera y tener tacto cuando hay que tenerlo, pero hay momentos en los que tener tacto es inútil y contraproducente.

Creo que esta semana he hecho las ds cosas, ser suave como la seda cuando tuve que serlo, y fría como un témpano cuando fue conveniente.

No, Micky, es un espejismo xD

Anónimo dijo...

La sinceridad es una herramienta que no mucha gente sabe manejar.
En momentos de furia y venganza, puede ser una buena arma. Pero utilizada con destreza y tacto, como dice Anarelion, puede ser la mejor forma de demostrarle a alguien que realmente le importas.
No sé si está de moda o no ser sincero, sólo sé que paso de modas. :P

Anónimo dijo...

Una reflexión Interesante, pero al parecer no llega a ninguna conclusión. Simplemente diferenciar los momentos.

Cuenta la empatía en este análisis?

Ser políticamente correcto es interesante o es más importante ser completamente sincero?

Hay gente que puede soportar la verdad?
tu verdad?

es tu verdad la verdad?

Un abrazo :)

Ysondra dijo...

Pues claro que mi verdad es LA verdad =P =)

Me acordé de esto hoy. La verdad es que ser políticamente correcto es interesante, y todo el mundo debería saber serlo, es solo que a veces resulta muy cansado. La verdad es que prefiero ser siempre sincera, aunque creo que si la persona me importa, tiendo a ser políticamente correcta.

Tú y yo acabaríamos cogiéndonos de los pelos xD

Anónimo dijo...

No lo sabes ru bien XDDDD

Ahora en serio, has añadido algo, los sentimientos personales hacia la otra persona. En mi caso cuentan y mucho, aunque mi vena irónica satírica, me puede XDDD
Un abrazo

Ysondra dijo...

xD =)

Bueno, si te digo la verdad una conversación ironico-satírica es mejor que hablar de OT.

Además, otra vertiente que me gusta mucho es retorcer las palabras y cambiar los significados xD como decirlo "todo" sin haber pronunciado una sola palabra malsonante ni haber subido un ápice el tono.

Es muy útil para enviar al carajo a la gente, sin decirlo abiertamente. Se estresan, pero como no tienen nada a lo que aferrarse para demostrar nada...

¿Qué culpa tengo yo de que la gente no tenga buena agilidad mental? >_<

Jo... Porqué no hay nadie en el foro...

Anónimo dijo...

Lee un libro XDDDDD

Ysondra dijo...

Toy leyendo un comic online xD

http://www.lfgcomic.com

Es buenísimo xD ^^

Ayer me acabñe los de Dark Legacy... Vaya tres semanas me esperan... Voy a traerme los pdfs de casa xD :_

Anónimo dijo...

XDDD muy bueno me lo he ledido y ta dpm :)

te deja con ganas de mas XDDD

por cierto lo queha deribado del aburrimiento no? XDDD