11/30/2009

LIBRO - "Farenheit 451", Ray Bradbury

Hace un tiempo compré un libro en Fnac para cuando tenga tiempo (que viene a ser ahora xD, creo que cada mañana me levanto dormidísima, pero dando gracias por tener el tiempo del tren para leer), de ensayos de Aldous Huxley, el autor de "Un mundo feliz".

Lo compré por el título, que rezaba así "Si mi biblioteca ardiera esta noche".

Yo creo que si mi biblioteca ardiera esta noche, directamente me planteaba el suicidio. Tantos y tantos años de reunir libros. Tantas historias que perdería y que me costaría recuperar... Afortunadamente, existe el ebook y los libros digitales, podría recopilarla de nuevo, pero en formato intangible.

La verdad es que varios meses después de adquirir el Papyre puedo decir que no, no he dejado de comprar libros en formato papel, porque el placer de tener las hojas en las manos, y pasarlas una a una con el dedo; eso, no lo suple un lector de libros digitales.

Total, que en mi línea de redescubrir los clásicos, en algún momento tenía que toparme con Bradbury.

Mi padre es bastante más fan que yo de la scifi. De hecho mi madre es más bien fantasy y mi padre es ciencia ficción. Y ahí, a caballo, nací yo. Quizás es un reto mantenerse cuerda y encefaloplana en un entorno así.

Fue mi padre el que me puso a Ender en las manos, y el que intentó que congeniara con Asimov o Niven, con poco éxito, todo sea dicho. Pero el tiempo pasa, y debe ser la madurez, o qué sé yo... Que me dedico a mirar por otros senderos.

Había oído hablar muchísimo de "Farenheit 451", pero en mi estupidez pensé que "Bah, será otro de esos libros muermo...", y jamás le dediqué mi tiempo. Hasta ayer. Y mira que es curioso, porque el garito donde pasamos los sábados noche entre copas y bailes se llama precisamente así: Farenheit 451 (que por cierto, un día le preguntaré al dueño porqué le puso ese nombre, porque una vez leída la novela, se presta a diferentes interpretaciones).

Qué carajo de interés puede tener un libro que habla de la quema de libros en el futuro... Cuán equivocada estaba.

Es un libro impresionante. Llegados a un punto crucial, puedes entender perfectamente a los personajes, y por dios que si me pasara algo así, que vinieran unos desconocidos y quemaran mis libros... En fin, no sé cómo reaccionaría (una probabilidad elevada de formas primitivas de violencia xD).

También me asombra que otros contemporáneos como "Un mundo feliz", o "1984", están muy enfocados al problema del borreguismo humano, y del pensamiento -o mejor, de la forma de atajar el pensamiento individualizado y lo peligroso de alguien que sabe pensar por sí mismo-.

Qué visionarios.

Dicho sea de paso que hoy adquirí el nuevo libro de Murakami, "El Fin del Mundo y un Despiadado País de las Maravillas". Un título prometedor, a todo esto. Pero cual no es mi sorpresa cuando se me da por leer la banda esa azul en la que se dedican a elogiar el libro que tengo entre las manos y dice lo siguiente: "Una mezcla del castillo de Kafka, la biblioteca de Borges y Gran Hermano", firmado The Village Voice.

Tócate los cojones.

La verdad es que llego a leer la cita antes y qué quieres que te diga, mis convicciones me hacen reacia a comprar un libro en el que se menciona "Gran Hermano" en la portada. Quiero pensar que es una oda a 1984. Pero bueno, no me sorprende nada en un mundo en que entrevistas a los niños y les preguntas qué quieren ser de mayores, para oír respuestas del calibre "concursante de Gran Hermano, Operación Triunfo" y lindezas varias.

¿Dónde se quedaron los niños que querían ser bomberos y astronautas y aviadores? Sepultados bajo toneladas de televisión basura, protegidos al amparo de padres subnormales con un cerebro más pequeño que una cucharilla de café.

Así que claro, uno lee ciencia ficción y le queda mal cuerpo pensando que cada vez hay menos ficción en esos libros.

Entonces llamo a mi madre y le comento que hoy empecé y terminé con "Farenheit 451", y que me gustó muchísimo, y tal pascual. Le hago mi comentario de qué similares son las preocupaciones de los tres libros que menté antes, y me dice, hombre, no hay más que ver la noticia esa del otro día de la tele.

"¿Qué noticia?", pregunto yo... "Sí, esa en que se busca gente con conexión internet y tiempo libre para vigilar las cámaras de la ciudad, y controlar a la gente en su tiempo libre".

Acabáramos.

Cualquier día me levanto por la mañana, y veré que se persigue a los heterosexuales por darse el lote en la calle o demostrar afecto, a los homosexuales por ir de la mano con alguien de su mismo sexo, a la gente en general por leer (libros no autorizados, que será cualquier cosa que difiera del magazine "Qué me dices" u otra mierda del estilo), y a los que se reunen en los parques por pensar. Eso sí a los yonkis, que se reunen para pegarse un chute y explayarse en un mundo de alucinógenos, a esos que los dejen en paz que a fin de cuentas no hacen daño a nadie. Total, no piensan.

Como diría gastón en la adaptación de "La Bella y la Bestia" de Disney, "Bella, deberías dejar de leer esos libros... Enseguida puedes formarte ideas y pensar..." (con voz de asco, quitándole el libro, tirándolo al suelo embarrado y plantando sus pies a modo de barrera para impedir que lo recojan.

Bienaventurados los ignorantes y los que no piensan, que están más cerca de a felicidad que los demás.

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