10/20/2006

¿Por qué lo llaman trabajo, cuando quieren decir prostitución?

Hay quien considera la prostitución uno de los trabajos más vejatorios a los que puede verse empujada una mujer. No vengo a discutir sobre eso.

No obstante, es una profesión vieja como el tiempo, o por lo menos vieja como los machos y sus necesidades barriobajeras. Lo único que hace el género femenino es aprovecharse de su impetuosa fogosidad, y de que, literalmente, piensan con la polla. No hay más.

Tampoco hay que desdeñar al gremio.

No son muchas las personas que puedan jactarse de cobrar lo que algunas de ellas cobran. La vida de escort, comparada con la de ama de casa que se muere de asco llevando las zapatillas de su marido, es (de lejos) muchísimo más atractiva.

Así que… Al parecer es una obscenidad y una vejación vender el cuerpo de uno. Dejar que otros te utilicen por dinero, para mantener relaciones.

Imagino que no todos los clientes serán “lo más” en la cama, y que no todos son Richard Gere, claro. Que también los hay feos y viejos y brutos y desagradables. No obstante… Un hombre se corre en menos que canta un gallo, así pues… Cobrar X euros por aguantar un tío encima de ti quizás una hora… No es tampoco tan malo. Hay algunas personas que, desgraciadamente, cobran 3 euros la hora con lo que no se llega ni a malvivir en la urbanita Barcelona.

¿Y que hay de la mente? ¿Y de las capacidades intelectuales y profesionales de cada uno?

¿Acaso no es igualmente denigrante estar trabajando como un burro 10 horas al día por una mierda de sueldo? ¿Es que tal vez valemos tan poco que tenemos que contentarnos con las migajas que te quieren ofrecer en un mercado laboral repleto de incompetentes?

Pues yo casi diría que me duele más prostituir mi mente y mi experiencia laboral que mi cuerpo. Para el caso, digo yo que algún orgasmo que otro se consigue como prostituta, más de lo que puede decirse del placer prodigado por la silla giratoria de la oficina y la atención telefónica.

Sí, estoy indignada. Lo sé.

Pero mira, es lo que toca: joderse y aguantar.

Ya vendrán tiempos mejores. Eso lo tengo clarísimo.

Porque: o vienen, o los fabrico yo.

10/19/2006

Pablo Neruda - Los versos del Capitán (II)



TU RISA


Quítame el pan si quieres,
quítame el aire, pero
no me quites tu risa.

No me quites la rosa,
la lanza que desgranas,
el agua que de pronto
estalla en tu alegría,
la repentina ola
de planta que te nace.

Mi lucha es dura y vuelvo
con los ojos cansados
a veces de haber visto
la tierra que no cambia,
pero al entrar tu risa
sube al cielo buscándome
y abre para mí
todas las puertas de la vida.

Amor mío, en la hora
más oscura desgrana
tu risa, y si de pronto
ves que mi sangre mancha
las piedras de la calle,
ríe, porque tu risa
será para mis manos
como una espada fresca.

Junto al mar en otoño,
tu risa debe alzar
su cascada de espuma,
y en primavera, amor,
quiero tu risa como
la flor que yo esperaba,
la flor azul, la rosa
de mi patria sonora.

Ríete de la noche,
del día, de la luna,
ríete de las calles
torcidas de la isla,
ríete de este torpe
muchacho que te quiere,
pero cuando yo abro
los ojos y los cierro,
cuando mis pasos van,
cuando vuelven mis pasos,
niégame el pan, el aire,
la luz, la primavera,
pero tu risa nunca
porque me moriría.
(Energúmeno)

Pablo Neruda - Los versos del Capitán (I)

TÚ VENÍAS

No me has hecho sufrir
sino esperar.

Aquellas horas
enmarañadas, llenas
de serpientes,
cuando
se me caía el alma y me ahogaba,
tú venías andando,
tú venías desnuda y arañada,
tú llegabas sangrienta hasta mi lecho,
novia mía,
y entonces
toda la noche caminamos
durmiendo
y cuando despertamos
eras intacta y nueva,
como si el grave viento de los sueños
de nuevo hubiera dado
fuego a tu cabellera
y en trigo y plata hubiera sumergido
tu cuerpo hasta dejarlo deslumbrante.

Yo no sufrí amor mío,
yo sólo te esperaba.
Tenías que cambiar de corazón
y de mirada
después de haber tocado la profunda
zona de mar que te entregó mi pecho.
Tenías que salir del agua
pura como una gota levantada
por una ola nocturna.

Novia mía, tuviste
que morir y nacer, yo te esperaba
Yo no sufrí buscándote,
sabía que vendrías,
una nueva mujer con lo que adoro
de la que no adoraba,
con tus ojos, tus manos y tu boca
pero con otro corazón
que amaneció a mi lado
como si siempre hubiera estado allí
para seguir conmigo para siempre.



AUSENCIA

Apenas te he dejado,
vas en mí, cristalina
o temblorosa,
o inquieta, herida por mí mismo
o colmada de amor, como cuando tus ojos
se cierran sobre el don de la vida
que sin cesar te entrego.

Amor mío,
nos hemos encontrado
sedientos y nos hemos
bebido toda el agua y la sangre,
nos encontramos
con hambre
y nos mordimos
como el fuego muerde,
dejándonos heridas.

Pero espérame,
guárdame tu dulzura.
Yo te daré también
una rosa.



SIEMPRE

Antes de mí
no tengo celos. (1)

Ven con un hombre
a la espalda,
ven con cien hombres en tu cabellera,
ven con mil hombres entre tu pecho y tus pies,
ven como un río
lleno de ahogados
que encuentra el mar furioso,
la espuma eterna, el tiempo!

Tráelos todos
adonde yo te espero:
siempre estaremos solos,
siempre estaremos tú y yo
solos sobre la tierra
para comenzar la vida!

(1) Qué mentira más gorda... Por lo menos en mi caso ¬¬', aunque ojalá no los tuviera.



LA PREGUNTA

Amor, una pregunta
te ha destrozado.

Yo he regresado a ti
desde la incertidumbre con espinas.

Te quiero recta como
la espada o el camino.

Pero te empeñas
en guardar un recodo
de sombra que no quiero.

Amor mío,
compréndeme,
te quiero toda,
de ojos a pies, a uñas,
por dentro,
toda la claridad, la que guardabas.

Soy yo, amor mío,
quien golpea tu puerta.
No es el es el fantasma, no es
el que antes se detuvo
en tu ventana.
yo echo la puerta abajo:
Yo entro en toda tu vida:
vengo a vivir en tu alma:
tú no puedes conmigo.

Tienes que abrir puerta a puerta,
tienes que obedecerme,
tienes que abrir los ojos
para que busque en ellos,
tienes que ver cómo ando
con pasos pesados
por todos los caminos
que, ciegos, me esperaban.

No me temas,
soy tuyo,
pero
no soy el pasajero ni el mendigo,
soy tu dueño,
el que tú esperabas,
y ahora entro
en tu vida,
para no salir más,
amor, amor, amor,
para quedarme.



EL DAÑO

Te he hecho daño, alma mía,
he desgarrado tu alma.

Entiéndeme.
Todos saben quién soy,
pero ese Soy
es además un hombre
para ti.

En ti vacilo, caigo
y me levanto ardiendo.
Tú entre todos los seres
tienes derecho
a verme débil.
Y tu pequeña mano
de pan y de guitarra
debe tocar mi pecho
cuando sale al combate.

Por eso busco en ti la firme piedra.
Ásperas manos en tu sangre clavo
buscando tu firmeza
y la profundidad que necesito,
y si no encuentro
sino tu risa de metal, si no hallo
nada en qué sostener mis duros pasos,
adorada, recibe mi tristeza y mi cólera,
mis manos enemigas
destruyéndote un poco
para que te levantes de la arcilla,
hecha de nuevo para mis combates.



EL POZO

A veces te hundes, caes
en tu agujero de silencio,
en tu abismo de cólera orgullosa,
y apenas puedes
volver, aún con jirones
de lo que hallaste
en la profundidad de tu existencia.

Amor mío, qué encuentras en tu pozo cerrado?
Algas, ciénagas, rocas?
Qué ves con ojos ciegos,
rencorosa y herida?

Mi vida, no hallarás
en el pozo en que caes
lo que yo guardo para ti en la altura:
un ramo de jazmines con rocío
un beso más profundo que tu abismo.

No me temas, no caigas
en tu rencor de nuevo.
Sacude la palabra mía que vino a herirte
y déjala que vuele por la ventana abierta.
Ella volverá a herirme
sin que tú la dirijas
puesto que fue cargada con un instante duro
y ese instante será desarmado en mi pecho.

Sonríeme radiosa
si mi boca te hiere.
No soy un pastor dulce
como en los cuentos de hadas,
sino un buen leñador que comparte contigo
tierra, viento y espinas de los montes.

Ámame, tú, sonríeme,
ayúdame a ser bueno.
No te hieras en mí, que será inútil,
no me hieras a mí porque te hieres.



SI TÚ ME OLVIDAS

Quiero que sepas
una cosa.

Tú sabes cómo es esto:
si miro
la luna de cristal, la rama roja
del lento otoño en mi ventana,
si toco
junto al fuego
la impalpable ceniza
o el arrugado cuerpo de la leña,
todo me lleva a ti,
como si todo lo que existe,
aromas, luz, metales,
fueran pequeños barcos que navegan
hacia las islas tuyas que me aguardan.

Ahora bien,
si poco a poco dejas de quererme
dejaré de quererte poco a poco.

Si de pronto
me olvidas
no me busques
que ya te habré olvidado.

Si consideras largo y loco
el viento de banderas
que pasa por mi vida y te decides
a dejarme a la orilla
del corazón en que tengo raíces,
piensa
que en ese día,
a esa hora
levantaré los brazos
y saldrán mis raíces
a buscar otra tierra.

Pero
si cada día,
cada hora
sientes que a mí estás destinada
con dulzura implacable.
Si cada día sube
una flor a tus labios a buscarme,
ay amor mío, ay mía,
en mí todo ese fuego se repite,
en mí nada se apaga ni se olvida,
mi amor se nutre de tu amor, amada,
y mientras vivas estará en tus brazos
sin salir de los míos.

10/03/2006

Baúl de los recuerdos

Finalmente, me he decidido a subir algunos de mis dibujos a "Mis lienzos".

Supongo que en los próximos días iré subiendo más de esas cosas que uno tiene perdido de la mano de dios en algún CD olvidado.

Me ha hecho mucha gracia ver todo eso de nuevo =)

10/02/2006

El ombligo del universo



Siempre he pensado que soy el centro del mundo mundial.

Siempre he hecho las cosas pensando en mí en primera instancia.

Supongo que esta forma de ser tiene un nombre, y éste es: “egoísta”.

Nunca es algo que me haya preocupado demasiado, me lo ha dicho hasta mi madre: Que soy egoísta y miro nada más que por mí. Y en cierta manera, siempre me he sentido orgullosa de ello.

Quizás es que no me gusta dejar que la gente se acerque a hacerme daño. Eso no es una justificación, no estoy buscando excusas, porque no tengo nada de lo que avergonzarme. Y estaría mintiendo si dijera que soy de otra manera.

No quiero decir con esto que no tenga otras cualidades, pero no voy a engañar a nadie –empezando por mí misma- diciendo que lo que mueven mis acciones es el bien de la comunidad. Mentira. Lo que me mueve es el deseo de estar siempre bien yo (aunque a veces no lo consiga).

De todas formas, nunca había sido tan consciente como ayer de lo centrada que estoy en mi persona. Siempre es “yo, yo, yo”, “quiero, quiero, quiero”, “más, más, más”. Y no me he parado a pensar en que quizás con eso hago sentirse mal a alguien, y si me he parado y lo he hecho, es que realmente en el fondo me importaba tres carajos.

A ver, no me malinterprete nadie, cuando digo “alguien” me refiero a personas que son importantes para mí. Lo demás no vale nada.

Por una de esas cosas asombrosas en la vida, de esas sobre las que harían un documental y no me las creería, hay gente que piensa mucho en los demás. Que incluso se desvive por que los seres queridos de su entorno estén siempre bien. Como mi único ser querido soy generalmente yo, tengo poco trabajo, que se ve reducido básicamente a hacer lo que me place en cada momento.

Cuando mi pequeño círculo (que es casi un punto) se amplía, tengo alguien más de quien "cuidar". Pero aun así estamos hablando de quizás cuatro personas más una adicional. De todas formas nunca nadie me importa tanto como para enfermar por esa sensación de malestar que te produce a veces la impotencia de ver que no puedes hacer nada por ayudar al otro. No sé si porque soy incapaz de sentir nada, o porque simplemente es un mecanismo de defensa.

Independientemente, es así.

No digo que no me sepa mal a veces, pero mira, llevo casi veintiocho años siendo así. Te acostumbras a todo y lo ves lo normal.

Todo esto no es algo que piense a menudo. Pero ayer me di cuenta en serio de que hay gente que es muy distinta de mí. Gente que de verdad se preocupa por los demás. Y en serio, es admirable.

Yo soy capaz de preocuparme lo justo y necesario, pero no hago de los problemas de los demás el mío propio. Hay quien no sólo hace eso, si no que sufre sinceramente porque la gente que quiere se siente mal. O porque no consiguen sus metas, porque están tristes, porque han tenido un revés…

La verdad, en mi mundo, esas emociones son ciencia ficción.

Afortunadamente, soy dueña de mi tiempo, y la única responsable de administrarlo como me viene en gana. Normalmente me vuelco en esas poquitas personas que me importan. O sea que veo una vez a la semana a mi familia y con algo más de periodicidad a Grunttt. A veces hay alguien más. Vamos, que al salir del trabajo, mi tiempo libre se divide en tres visitas a lo sumo.

Existe la frase aquella de “no pido más de lo que doy”. Si alguien no es capaz de ofrecerte lo mismo que tu entregas, crees que no le importas lo bastante. Según esto, si yo entrego 30 horas semanales, quiero que me recompensen con otras 30 (como mínimo). En caso contrario, suelo pensar que si no me lo dan, es porque no lo valgo.

Jamás se me ocurrió pensar que quizás la otra persona no tiene 30 horas que entregarme, y que si las tuviera, de buena gana las compartiría. No valoré que quizás esas horas sueltas entre semana es la gran mayoría de tiempo libre que alguien tiene para estar conmigo. O que tal vez esa persona sacrifica muchas cosas de sí misma para dármelas.

Y me sentí muy mal, por darme cuenta –y esta vez de verdad- que siempre he sido muy egoísta, y todo está centrado en mí.

Nunca tengo bastante, siempre quiero más. Y muchas veces pienso que si la otra persona no es capaz de entregarme lo que yo entrego, es que no le importo.

Dame más tiempo.

Llámame más.

Está más por mí.

Mímame. Cuídame. Quiéreme. Entiéndeme. Sálvame.

Yo. Yo. Yo. Yo.

Hasta ayer no pensé seriamente que sólo se decir (o pensar, en su defecto) eso. Una vez me describí como un vampiro emocional. Sinceramente creo que lo soy.

Ayer entendí una de esas cosas que sabes que son así, porque todo el mundo lo dice. Pero no te has percatado bien porque no lo has visto con tus propios ojos. Las demás personas, por mucho que tú las quieras, pueden necesitar cosas de otros que tú no puedes entregar, porque no las tienes, no porque no las quieres dar. Otros puntos de vista, otras aficiones…

Supongo que los demás tienen tanto derecho como yo a disfrutar de sus amigos y sus cosas. A fin de cuentas, ¿no hago yo lo propio? Para mí la pareja no es suficiente, en el sentido de que sigo necesitando no sé… Mis gatos y a Grunttt, y a Ana, y a Montse, y a Lemon, aunque sea en medidas distintas.

Una persona no es solo las cosas buenas. Es también todas las malas. Y sus problemas. Porque a base de enfrentarse a ellos, ha crecido como el individuo que es. Porque si no hubiera visto esas adversidades y no las hubiera peleado de frente, quizás la persona que quieres sería alguien muy distinto. Quizás ya no la querrías.

Todo ese pequeño mundo que la envuelve, junto a los problemas y las alegrías, son parte de ella. La familia y los amigos también. Quizás sin esos amigos tampoco sería quien es. Así que aunque sea simplemente por eso, imagino que tengo que valorarlos y dar gracias. Quizás haya cosas que no me gusten, o que me cuesten de aceptar (a fin de cuentas, sigo siendo lo que se puede decir "una celosa de mierda"). Pero tal vez la persona que uno quiere es así gracias en parte a esos amigos y las cosas que pasó con ellos.

También hay quien dice que no ha estado X años de su vida cuidando de una persona para que venga un fulano o una fulana y la destroce. Eso lo puede decir un padre, una madre, o también, un buen amigo.

Y, si estás orgulloso de esa persona, en cierta forma, indirectamente también lo estás de ese núcleo que le envuelve. Porque gracias a eso es quien es.

No sé, todavía estoy un poco en estado de shock. Sinceramente, me impactó mucho el fin de semana pasado.

No digo que haya sido malo, todo lo contrario. Pero son muchas cosas para asimilar.

Estoy contenta por algunas cosas relacionadas con la confianza ajena. Y triste un poco por haberme dado cuenta que siempre todo lo baso en mí. Y que por tener el punto de vista tan centrado, quizás no percibí algunos detalles ni fui capaz de ver lo mucho que importan las cosas que me ofrecen y yo, sentía insuficientes, por no saberlas valorar.

Además una pareja son dos personas que comparten muchas cosas: unas risas, un paseo, un viaje, salidas al cine, aficiones, una cama, cuatro polvos… Pero no es únicamente eso, si no también las cosas las importantes.

Está claro que el concepto “importante” implica cosas distintas para cada uno. Para mí es los problemas, los malos momentos. Las crudezas de la vida. Y como no, las alegrías.

Me alegro de haber podido compartir esa idea.

Y en la parte que me toca, de “asuntos pendientes” espero que en adelante sea capaz de explicar un poco más lo que me pasa, entender lo que les pasa a los poquitos “demás” de mi mundo, y para entenderlo supongo que tendré que dejar de estar tan centrada en mí. Lo cual me va a llevar no poco trabajo, desde luego. Pero creo que vale la pena.

Estoy encantada con algunas personas, y orgullosa de ellas. Todo lo malo se pega. Espero que algunas cosas buenas también. Y lo que más me sorprende a veces es que yo les guste a algunos “alguienes”, a pesar de toda la maldad que hay en mí (como le pasa a Stich). Quizás incluso creen que no soy tan mala como creo que soy.

Puñetas.

Igual estoy perdiendo facultades y acabaré volviéndome buena persona. Dios me libre, yo quería ir a Ibiza. Ya lo dicen por ahí: “Las chicas buenas van al cielo, las malas van a Ibiza”.

En fin, siempre acabo maravillándome a mí misma, qué le voy a hacer.

P.D.: También necesito a Nashiel xD ¡A ver qué se va a pensar esta mujer! Pero entiéndeme, que no puedo ir diciendo por ahí que necesito a más de cuatro personas... A fin de cuentas, tengo una reputación que mantener, no jodamos xD =)

Nashiel dice que me gusta torturarme a veces. No es que me torture, porque hice cosas sin conocer algunos... Detalles, por así decirlo. Pero si sabes en qué has fallado o a qué no le has prestado bastante atención, puedes arreglarlo. Y eso es bueno.

¡Tonti! Que a tí también te quiero mucho.

¡Vamos de pk! xDDDDDDDD =)

Yo que quería que me quedaa un post serio... ¡Mala!