9/26/2006

Mujeres: Quien las entienda, que las compre

Sí señor, cada día que pasa lo veo todo más claro: Están todas locas.

Como una puta regadera.

No hay quien las entienda: No saben lo que quieren, son unas putas y unas guarras. Se sacan los ojos, no se fían las unas de las otras… Y sin embargo aun hay quien insiste en que: “son adorables”, “no se puede vivir sin ellas” (salvo los gays, claro, y algunas clases de animales hermafroditas o asexuados –véase algún tipo de humanos con profesiones antinaturales que incluyen el celibato y matarse a pajas-).

Y esto dicho por alguien que espera conservar la suficiente feminidad como para ser considerada mujer todavía.

Últimamente no escribo apenas, lo sé. No tengo tiempo, ni tengo casi ganas de escribir. Además, este período de abstinencia bloguera me ha servido para darme cuenta de que realmente escribo cuando me siento –de alguna manera- mal, y quiero desfogarme.

En estas semanas he empezado por lo menos seis posts, de los que –a las pruebas me remito- he finalizado con éxito cero. Un porcentaje bastante triste.

Ando muy ocupada, y dentro de nada empiezan las clases. Por si no tuviera bastante tiempo ya disponible, me he apuntado a japonés al final. Sí señor, con un par de pelotas. Y el 21 empieza la uni… E, incluso, me fui al gimnasio a ver a mi antiguo profe de Taek won do, y me decidí a volver al tatami. Martes y jueves de noche. Espero tener tiempo para respirar.

Me he dado cuenta de que aparte de que estoy irremisiblemente desequilibrada –espero que en la oficina no me tengan esto muy en cuenta ni se hayan percatado de ello-, lo que se podría llamar mi “yo” no tiene solución.

No hará tanto que escribí el megapost aquel de “Salvaje”, apología de mi independencia y mis estreses personales. Y aquí estamos, sí señor, cinco semanas más tarde (o algo así), con mi histeria a cuestas porque me he dado cuenta de que…

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Yo NO necesito TANTO espacio!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Quiero más mimos!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Quiero verle más!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Todas las amigas que me conocen, me han recomendado una y otra vez que viera algún episodio de “Sexo en NY”, que me iba a gustar mucho y que me iba a identificar con la escritora (protagonista principal, me supongo). Este fin de semana he tenido la ocasión de ver un cachito en el canal Cosmo. Realmente no sé muy bien de qué iba, porque lo pillé a medias, pero me puedo hacer una idea…

La cosa es que ella se había ido a vivir con el que me figuro es su novio a un pisito, y todavía no habían arreglado la casa, así que solo tenían una habitación que se separaba del salón por una cortina, y un sofá en el “salón”, rodeado de cajas, y cajas, y cajas sin abrir. Supongo que fue un problema de espacio. Y ella al llegar a casa le dice a él que durante una hora no le hable, y la deje tranquila, y que haga ver que no existía.

Así que se encierra en el “dormitorio”, corriendo las cortinas tras de sí, y cuando no han pasado ni cinco minutos, asomando la cabecita por las cortinas le pregunta a él “¿Ha pasado la hora ya?”, y él la mira y le dice que no, que ni siquiera un cuarto de hora. Así que ella se vuelve a la cama… Para tres segundos más tarde, salir del “cuarto” y sentarse con él en el sofá, mientras su voz en off dice “lo bueno de las necesidades, es que una vez cubiertas, dejan de ser necesarias”.

Vamos, que una vez sabes que el otro es capaz de dejarte tu espacio, ya no necesitas reclamarlo, te relajas, y disfrutas tranquilamente.

Y creo que algo así me ha pasado a mí.

Jolín, a mí a veces me apetece verlo más del o que lo veo, porque encima entre semana soy medio zombie… Pero claro, no se lo digo, porque pienso que seguramente él también quiere su espacio, y para el caso, si quisiera verme más, me lo diría. Así que supongo que estamos en el punto óptimo de equilibrio que no hay que traspasar para llegar a la saturación.

También me doy cuenta de que no me conozco y a veces no sé lo que quiero. A ver, que tengo muy claro en el terreno laboral a dónde quiero llegar, y por dónde tengo que ir para alcanzar mis metas pero… El terreno afectivo es bastante más movedizo y no se puede controlar.

Perder un trabajo, es una putada. Que se acabe una relación que te importa es el fin del mundo. O al menos así lo vemos nosotras.

Últimamente me debato entre tener la guardia puesta todo el día, o bajarla y ser más yo (aunque a ratos no tengo muy claro qué cojones es “ser más yo”, pero bueno). Pero me da pánico, porque Grunttt siempre me recuerda que el amor es un juego en el que el primero que se enamora, pierde.

Es muy bonito el romanticismo, y querer y sentirse querido… Pero nadie quiere sentirse desnudo y quedar expuesto. Así que muchas veces intentas cubrirte. Lo bueno, es que si te la dan te duele menos. Lo malo, es que no disfrutas del momento, gastas una pasta en aspirinas y deberías plantearte seriamente comprar acciones de la farmacéutica que produce Almax, porque al menos a mí me pasa que la gastritis me mata cuando me atacan los nervios.

Cuesta creer a veces, que sea insegura. Pero sí, sí. A veces lo soy. Y me doy cuenta con estas cosas. Porque, si yo estuviera cien por cien segura de mí misma, no sentiría celos, no tendría miedo. Viviría tranquila y feliz (cosa que no hago).

Creo que toda esa lista abominable y maratoniana de actividades que me estoy proponiendo llevar a cabo (de la que soy consciente que igual en diciembre ya he tirado la toalla de la mitad de cosas), es simplemente para quitarle tiempo a mi cerebro, pensador inagotable. A más cosas hago, menos tiempo para pensar. A más cosas hago, más cansancio, más sueño, menos tiempo para pensar.

Creo que lo único que pasa es eso. En cierta forma me estoy escondiendo… Pero de mí. Debería haber aprendido que de mí no puedo huir. Pero lo intento con todas mis fuerzas.

No sé… Tengo miedo de enamorarme de Ese y volverme a quedar tirada, pero pienso… ¿Vale la pena vivir encerrado por el miedo? Porque seguro que así me perdería mil cosas. Además… Alguna vez tiene que salir bien, ¿o no?

Por otro lado, en serio, no me fío de las tías: unas guarras todas. Pero claro, Grunttt, en su sabiduría infinita me ha intentado inculcar más de una vez que no me tengo que fiar de tres mil millones de mujeres, si no de un hombre o de una mujer. Y punto. Que si alguien te la quiere dar con queso, tiene mil momentos y tendrá cientos de ocasiones en el futuro.

Y que no puedes estar en guardia delante de todo eso. Simplemente, tienes que creer en la otra persona.

Pero vamos a ver… ¿Quién en su sano juicio se fiaría hoy de nadie, y menos de un hombre? xD Que ya no vivimos en el paraíso, vivimos en el infierno de la competitividad. Para cualquier zorra que se digne, nada mejor que saber que un tío tiene novia, para sentirse atraída por él. Vivimos en ese mundo duro y cruel.

Además, últimamente me he acordado de otra cosa. Todos tenemos amigos y amigas, claro. Pero no todos saben cual es su lugar. Yo, por ejemplo, estoy tranquila con Grunttt, de hecho es el único hombre sobre la faz de la tierra con el que me siento tranquila de amigo. Porque de él no me esperaría jamás ninguna mariconada estúpida. Porque cada uno sabe cómo es.

Él tiene su familia y yo soy un satélite aparte. Afortunadamente, ni siquiera me atrae como “hombre” para mí es… Yo qué sé… Como un angelito: asexuado. Y yo estoy segura que para él lo importante es su familia y nada más. Así que podemos ser amigos. Porque no hay nada por el medio.

Cómo me indicó Nashiel... Igual alguna vez se puede dar que tu pareja es como un angelito asexuado para otra persona… Tendré que meditar al respecto.

No obstante, a veces pasa que tienes amistades, que se dan cuenta cuando alguien aparece que puede ser una pareja de verdad, que sienten que pierden al otro, y hacen estupideces. Normalmente, las tías. Tontas del culo (Dios… ¿Seré medio machista? xD).

Entendámonos: no es lo mismo que un amigo tuyo tenga novia a los 16 años, ni a los 18, ni a los 20, que a los 30. Porque en los tres primeros casos sabes a ciencia cierta que eso no va a ningún lado, y siempre te queda el consuelo de “yo estaré ahí, cuando esa se vaya”. Pero… Oh… A los treinta es MUY distinto. Porque eso ya puede ir en serio.

Y entonces te das cuenta de que de verdad, perdiste el coche. Y el premio gordo se lo lleva la que acabarás llamando interiormente “esa zorra”, aunque la prudencia indique que por los siglos de los siglos, le vas a dedicar la mejor de tus sonrisas, pese a que lo mejor que le deseas es “que así la parta un rayo”.

Claro que, como no quieres perder a tu amigo, serás eternamente falsa, o evitarás el contacto lo máximo que puedas, hasta que ya no aguantes más. Un ejemplo parodiado de esto se podría ver en la película de “La boda de mi mejor amigo”, de Julia Roberts.

Sinceramente opino que las mujeres no están hechas para ser amigas, como los hombres. Son muy raros los casos en los que hay amistad, y siempre se dan cuando no estás “luchando” por lo mismo. Y creedme: las mujeres están en guerra constante.

Pueden vivir en una ligera tregua, pero… El mínimo fallo diplomático, y a la mierda: misiles nucleares por todas partes destrozándolo todo, aunque ellas dos perezcan en el camino, o –lo que es peor- destrocen aquello por lo que luchaban, en ese tira y afloja. Es un hecho. Pero no te das cuenta de eso, hasta que es MUY tarde.

En muy extrañas ocasiones puede suceder que un mejor amigo y una pareja sean amigos entre sí, pero para eso tienen que no sentirse amenazados, y encontrar algún interés común lo suficientemente fuerte como para unirles, porque si no, esa relación está destinada al desastre.

El otro día estaba hablando con Éste, cosa que nos pasamos el día haciendo (entre otras, claro xD), y me di cuenta que parece que él ha crecido en otro mundo. Seguramente en un multiverso paralelo rockwelliano, porque no parece haberse sentido amenazado por nada, ni parece haber habitado un ambiente hostil. No como yo.

A veces miro a Éste, y le envidio. Su relación con su hermano, lo que cuenta de su familia, esa seguridad en sí mismo, y me pregunto porqué no la tengo yo. En mi mundo, lo que siempre he visto es cómo los demás intentan quitarte siempre lo que es tuyo, lo que tú amas, lo que proteges por encima de todo.

Así que yo aprendí a destrozar todo lo que se me planta en medio. No es la ley de ojo por ojo: Es vida por ojo. Jias jias… Matar para vivir. Jejejeje. Pues sí, eso mismo es. No digo que sea bonito, ni agradable. Simplemente: es así.

Quizás en vez de Taek won do, debería plantearme la opción del yoga (o la de fumar porros, no lo sé, todo el mundo insiste en que relajan xD, lástima que yo no fume), para tranquilizarme.

Si apenas me fío de los tíos… De las tías mucho menos. No hay más. *Amf*, me empieza a molestar el estómago. ¿No te digo? Puro nervio.

La cosa es que por más que me exaspere, y me estrese, y me ponga histérica, y me pase el día en guardia… No puedo hacer nada por evitar según qué cosas, y no gano nada estando en tensión todo el día.

Esto me recuerda una pequeña historia que Ese también conocía. A mí me la contó mi padre. Y decía más o menos tal que así:

Había una vez una tortuga (conejo en según qué versiones de la fábula), que estaba apunto de cruzar un río, cuando en esas aparece un escorpión a su lado.

- Tortuguita –le dijo el escorpión-, ¿vas a cruzar el río?
- Sí –le respondió la tortuga, mirándole de soslayo desconfiada.
- ¿Te importaría cruzarme contigo? Yo también quiero ir al otro lado –le dijo el escorpión.
- Ya pero… Pero es que tú eres un escorpión… No creo que sea buena idea llevarte en mi lomo… ¿Y si me clavas tu aguijón? –le preguntó la tortuga desconfiada.
- ¿Pero cómo iba a hacer yo eso? –le replica el escorpión a su vez-. Si te picara, te envenenaría y te morirías, y entonces me moriría yo también, porque no sé nadar.
- Ah –dijo la tortuga pensativa-. Está bien, te llevaré al otro lado conmigo, pues.

Así que la tortuguita dejó subirse al escorpión en el lomo, y se fue nadando chino-chano hacia el otro lado, mientras charlaban animosamente. En esas, la tortuguita sufrió un espasmo, y su cara se ensombreció de terror…

- ¿Qué has hecho? –le preguntó incrédula la tortuguita al escorpión- ¡Me has picado! ¿Por qué lo has hecho? ¡Ahora no podré nadar más y me ahogaré! ¡Nos ahogaremos los dos! –decía mientras notaba como sus músculos se paralizaban y se hundía lentamente en el agua.
- Lo siento –le dijo el escorpión, pesaroso-. De veras lo intenté… Pero aguijonear, está en mi naturaleza –dijo él, mientras se ahogaba tras ella en las frías aguas del río.


Y bueno, muchas veces, las cosas son así. Lo intentas, y lo intentas, y lo intentas. Intentas ser diferente, pero no lo consigues. No puedes luchar contra la propia naturaleza. Por eso muchas cosas son difíciles de cambiar. A veces me pregunto si algún día yo conseguiré ser más templada en mis emociones, si aprenderé a controlar mis iras y rencores, y la verdad es que no lo sé.

No es que no lo haya intentado. Pero… Me cuesta tanto…

¿Dónde narices está mi Almax? ¿Aspirinas, por favor?

9/11/2006

Casualidades y fantasmas



Hay veces que vale la pena, pararse un momento en el camino, y mirar atrás. Para saber de dónde vienes, y para saber hacia dónde vas.

Lamentándolo mucho, hasta mis próximas vacaciones voy a tener poco tiempo para “mí” y para escribir. Tendré que conformarme con esos ratitos libres de los que voy a disponer si quiero escribir notas del calibre a las que estoy acostumbrada, aunque seguramente en cuanto me habitúe a administrar de forma más eficaz mi tiempo, tendré un momento para todo lo que quiero hacer.

Hace unos días recibí un comentario que me hizo pensar, y por el cual me paré un poco a leer mis viejos posts, cosa que me ha servido para ver que realmente algo ha cambiado en mí y me he centrado un tanto, y me alegra mucho, mucho, ser capaz de decirlo.

Probablemente todo lo que ha pasado en los meses desde que empecé a escribir me ha hecho madurar, porque ahora ya soy al fin un ente autónomo... ¿No es impresionante? Es como volver a nacer y cortar por segunda vez el cordón umbilical que te tenía ligada a tus padres, esas personas que te llevaban en su seno y velaban por ti cada día.

Y una vez más me tocó aprender a caminar con mis piernas, a fortalecerlas poco a poco, y vale sí, es difícil, pero no imposible, y es una experiencia que a pesar de todas sus cosas malas no deja de ser maravillosa.

Con todo, me doy cuenta de que este exceso de libertad (que no aun libertinaje), me está haciendo ser más egoísta de lo normal si cabe, y siempre es todo “yo, yo, yo, yo”. Me molestan mucho las cosas cuando no salen como yo las querría o cuando no se hacen en el instante que yo quiero.

Supongo que no iba a ser siempre todo tan perfecto.

Aunque el motivo que me impulsó a empezar el blog no fue algo ni de lejos alegre, si no más bien triste y pesaroso, y fue como un grito lanzado de auxilio que solo pudieron escuchar a priori mis amigos y yo misma, he sacado muchas cosas buenas. Conocerme, desfogarme, y a lo que se ve, ayudar a alguna amiga en el camino porque sí, las rupturas son como los embarazos: una epidemia.

Empieza una de tus amigas y se propaga como la gripe intestinal. Qué le vas a hacer.

Lamentablemente, la tristeza no tiene antibióticos, pero tenemos un montón de anticuerpos, los amigos, la familia, los blogs y bueno, imagino que algunas personas meterían en el saco el alcohol.

Yo, que soy abstemia, y que ni bebo ni fumo (pero ahora ya no tengo que escuchar eso de “si no fumas, ni bebes, ni follas, ¿para que vives gilipollas?” porque al menos cumplo uno de los tres requisitos); no sabría hablar de las virtudes del estar ebrio como remedio contra la depresión, pero por lo recurrido que es, imagino que algo ayudará.

Y hoy por hoy, me alegro de haberme lanzado a escribir, porque no sólo he ido conociendo gente por el camino, si no que además ha habido algún que otro feliz reencuentro (y no es solo por le señorito Viscarri xD).

Hace unos pocos días recibí un mail de alguien que en su día fue importante en mi infancia y en mi adolescencia, de mi antiguo profesor de Taek won do, y la verdad, era una de las últimas personas que había esperado volver a encontrar y más aun de esta forma tan casual.

Un personaje de la saga de libros que ahora sigo con avidez, “Canción de Hielo y Fuego”, dijo una mítica frase: “Si vuelvo la vista atrás, estoy perdida”.

Sí, es cierto. Hay momentos en los que mirar atrás no hace si no acobardarte. Cuando estás huyendo. Pero cuando estás “a salvo”, o cuando te has enfrentado a un problema, es bueno mirar atrás para aprender.

A veces, lo que hay a tu espalda no es el Coco, ni el Hombre del Saco, a veces hay un montón de gente que te estima y esta ahí para apoyarte, o que incluso han estado ahí cuando tu siquiera fuiste capaz de percatarte.

Es bonito detenerse algunas veces y ver todo eso.

Al final, parece que es cierto que las casualidades existen... Porque si aquel no me hubiera dejado, yo no hubiera escrito, ni hubiera entrado en el foro, ni hubiera conocido a esa gente fantástica ni hubiera conocido por ende, a mi ““amigo””.

A pesar de todos mis miedos, y mis gruñidos y mis tonterías y fantasmas, al final me decidí a seguir adelante.

Hace pocos días hubo uno de esos momentos que sabes que son definitivos, que lo que hagas o dejes de hacer puede cambiarlo todo.

Realmente había tomado la firme decisión de dejarlo correr. Tenía verdadero pánico de lo que podía pasar. De lo que podía ir mal... No tengo muy claro de donde venía toda esa bomba H de pensamientos negativos, pero el caso es que estaba envuelta en un aura de pesimismo densa y asfixiante, y no veía más allá.

Estaba muy confusa, y tenía sensaciones muy contradictorias en mi interior. No cesaba de pensar que seguir adelante iba a ser un error, si ya ves, nos gustan diferentes tipos de música, nos movemos en ambientes distintos, tenemos formas de ser un poco dispares, vestimos estilos opuestos... Somos tan diferentes... Yo, que a pesar de todas mis locuras, soy la típica persona que notas no porque sea estridente, si no porque intenta ser el colmo de la perfección, del buen hacer...

Cuando salgo me gusta ir arreglada, incluso dentro del “pasotismo”. Siempre lo he dicho: Me gusta que me admiren, no que me miren porque me comporto raro. Hay diferencia...

Y sin embargo, él, a pesar de su hipotética timidez, es estridente y desenfadado, no se preocupa por lo que piensan los demás en absoluto, y eso me dio que pensar, porque comparada con él, parece que yo actúo para obtener el beneplácito de los demás.

Supongo que él es así. Es sencillo, simple, que no tonto. En absoluto. Es una persona muy inteligente. Se da cuenta de las cosas aunque creas que no te está haciendo caso. Y valoro eso más que nada.

Todo ese montón de cosas me pasaban por la cabeza hace dos domingos, cuando la única cosa que flotaba en el aire era “¿Qué hacemos?”. Y por primera vez me plantee de verdad toda la situación.

Muchas veces, cuando una situación te lleva al límite y tienes que decidir algo a vida o muerte, no sé porqué la cordura se abre paso entre toda la porquería que pulula en tu cabeza.

Y me quedé pensando que, a pesar de ser tan distintos, en las cosas que de verdad importan, somos parecidos. Y que si el podía respetar y aceptar que yo soy una manipuladora asquerosa, porqué no voy a aceptar yo que el es un energúmeno...

¿Realmente tienes que dejar pasar a alguien con quien pasas unos momentos cojonudos, con quien conversas gratamente, con quien puedes ir al cine a ver pelis en versión original o a pasear por el Mercado San Antonio y hablar hasta las tantas de la noche, sólo porque no viste de la forma adecuada, o está tan orgulloso de quien es y cómo es, que no le importa lo que piensan los demás?

¿No debería estar, en cierto modo, orgullosa yo de eso? ¿Y aun sin estarlo, no debería ser suficiente que me acepte con todos mis defectos –que hablando seriamente, no son pocos-?

Y lo único que yo veía por encima de todo eso es: se ríe demasiado, viste despreocupado, y se hace el tonto.

No me puse a pensar de verdad en todo hasta que el fantasma del “hasta aquí llegamos” estaba planeando sobre nosotros de madrugada. Cuando me di cuenta de lo que estaba pasando, me dio una pena tremenda. Y pensé que –para variar- estaba siendo una estúpida, que estaba dejando pasar a alguien con quien quizás podría llevarme muy bien, por una imbecilidad.

Y ahora que creo que la tormenta ya ha pasado (o por lo menos la primera), estoy muy contenta. E incluso pienso que me faltan horas para salir por ahí con él, o quedarnos charlando.

Me da igua que sea un "energúmeno". Tiene muchas cosas buenas, que compensan esas que para mí son malas. ¿No es eso compartirte con alguien? Aceptar el pack, sus virtudes y sus defectos y ver incluso en esos últimos, virtudes.

En fin, qué le vamos a hacer, se acabaron las vacaciones, volvemos a la vida real, al trabajo duro y las horas vertiginosas.

Dentro de nada volverán las clases de la universidad, los trabajos de clases y por si fuera poco, me matriculo a japonés. He decidido que cambio las clases de baile, de momento, por clases de japonés...

Necesito una amable pareja de baile... Quien sabe, igual la tengo ya, y yo sin saberlo.

9/06/2006

The End

Fénix "Por primera vez en mi vida sé quien soy de verdad"
Lápices: Alan Davis - Tintas: Mark Farmer

Creo que Ana nunca había visto, jamás en su vida, a alguien tan contento por recuperar sus libros como yo lo estaba ayer.

Eran las nueve de la noche cuando entre las dos subíamos ocho cajas y otras tantas bolsas y bolsos a casa, haciendo viaje tras viaje del piso al coche de su padre (menos mal que trajo ése, si no hubiéramos tardado una eternidad).

Hacía ya bastante tiempo que venía posponiendo la visita definitiva a casa de mi ex a recuperar las cosas que me quedaban allí, que a mi parecer, tenían que ser bien pocas, y que al verlas ayer todas juntas, eran una reverenda burrada. Y eso, teniendo en cuenta que había hecho ya tres o cuatro viajes anteriormente, llevándome libros y libros y libros, y ropa, y peluches, y un montón más de “y…”.

Visto así, normal que el tío se acojonara porque le invadiera (y encima, literalmente) su hábitat natural.

Habíamos quedado que iba a ir anoche, porque Ana podía acompañarme, y así entre las dos hacíamos todo más rápido. Ella me decía que no le conocía, pero que le iba a poner mala cara. No vale la pena, respondía a eso yo. Total, ya ves para qué, si ya no importa.

La verdad es que me extrañó un poco picar a la puerta, llamar al móvil y que no respondiera nadie. Así que Ana –en su infinita sabiduría- me propuso ir a tomar algo mientras. Yo le dije que bueno, si eso pasábamos antes por mi casa, cogíamos unas mochilas por si las moscas, y ya después íbamos.

En esas sonó el teléfono, con una especie de voz cavernosa proveniente de ultratumba, en el más allá. Resulta que el buen hombre se había dormido. Y nada, unos minutos más tarde, volvimos a picar al timbre. (Des)ventajas de vivir a tres calles.

Contra todo pronóstico, esta vez sí que estaba en la puerta para saludar. Quizás para no quedar mal delante de mi amiga aunque más por el hecho (me figuro) de decirme que no hiciera ruido que “había gente durmiendo”.

Juas, juas, juas…

“Hay gente durmiendo”. Típica frase estúpida que dice la gente cuando no quiere decir abiertamente “tengo un/a tío/a en casa en la cama, no me jodas el polvo, ni el día”.

¿Pero con quien se ha creído el tipo este que está hablando? Que yo sé comportarme. No voy por ahí montando el numerito. Hombre.

Estaba como siempre que no se arregla: con su cara de dormido, sus pelos largos sin peinar, su barba de tres días… Con los ojos ojerosos e hinchados por la falta de sueño. Vestía una camiseta de esas de toda la vida y pantalones rollo pirata, con esas zapatillas de tiras que siempre he detestado, pero que bueno, no le había dicho nunca, porque –para el caso- era su jodido problema lo que llevara en los pies (no me refiero al cerebro, si no al calzado).

En su línea, vamos.

Ser mujer es una bendición, y una maldición a la vez. Bendición porque (en el mundo occidental y civilizado) tenemos el poder de conseguir lo que nos viene en gana con relativa facilidad, una vez aprendemos a desarrollar nuestros encantos.

Muchachas, no escandalizarse, por favor… No en vano se dice por ahí lo de “tiran más dos tetas que dos carretas”. Todas lo sabemos y lo usamos.

Y también es una maldición porque nuestra inteligencia superior nos lleva a fijarnos en todos los detalles y analizar al contrario casi de forma instintiva.

Las mujeres venimos dotadas de serie con el “escaneado instantáneo” de cualquier cosa que se nos cruza delante. En un segundo analizamos el objeto en cuestión de arriba abajo, anotando las singularidades.

Es una herramienta muy utilizada para el diagnóstico de las rivales (vulgarmente conocidas como “esa puta”, “esa guarra”, “esa zorra”), los ex (“ese imbécil ”, “ese cerdo”, “ese capullo”, “ese impotente”), y algún otro tipo de seres indeseables.

Fue precisamente ese poder mutante innato el que me hizo fijarme que llevaba una cosa que destellaba en su muñeca izquierda (sí, sí, soy capaz de recordar la muñeca correcta, porque estaba situado frente a mí, y su muñeca izquierda correspondía a mi derecha).

La prudencia y el buen gusto indicaban que mejor me quedaba calladita. Pero yo, que no puedo con mi genio, lo tuve que decir.

- ¿Llevas un no-me-olvides (también conocido como "esclava")?

Gilipollez de pregunta, por otro lado, cuya única finalidad era demostrar que me había dado cuenta de que estaba con una pava (nunca mejor expresado), y que realmente solo merecía una respuesta del tipo “¿Es que no lo ves?”, pero claro, el muchachito que tiene de malicia lo que yo de buena persona, solo dijo:

- ¿Eh? –con voz de imbécil que se asemejaba más a un “Eouh” que a un “Eh” en condiciones.

- Que si llevas un no-me-olvides –En serio, suerte que es un poco tonto, porque yo hubiera dicho “¿Es que no tienes ojos en la cara?”.

- Ah, sí –Respondió finalmente.

No es que fuera algo muy importante.

Pero me llamó la atención el hecho de que lo llevara, porque a fin de cuentas él “lo dejó” oficialmente en abril, ya no recuerdo (conste que digo “lo dejó” y no “me dejó” porque mi orgullo me impide reconocer que alguien ME ha dejado, lo cual solo prueba nuevamente que era un imbécil, porque, ¿Quién en su sano juicio iba a dejar a la octava maravilla del planeta –o sea: yo-?”.

Y los no-me-olvides son cosas que no se suelen regalar a la ligera, o sea, no te lo regalan a nada de estar con alguien. Y me puse a pensar… Igual por eso estaba raro cuando yo volvía de Madrid… Igual estaba con alguien mientras “estaba” conmigo, el muy cerdo cabrón.

Sí, lo sé, qué importará eso ahora… Agua pasada… Pero, de ser cierto: así no empine en la puta vida y se vuelva gay para que le den por culo.

Capullo.

Y no me hubiera tocado los cojones (por hablar en plata) que hubiera “alguien durmiendo” si no estuviera casi convencida que estaba ahí antes de finalizar trámites conmigo. Porque la verdad, el no-me-olvides no daba la impresión de ser muy nuevo.

Lo que yo diga: que le den por culo (y que no lo disfrute).

Aclarado ese punto, me puse a recoger mis cosas y a pedir los albornoces que había comprado. De hecho quería recuperar el mío, pero… ¿Qué cojones? Que valían 120 euros cada uno. Para que se lo quedara el tío estaba yo. Que de las gracias por el reloj binario.

Recogí mis libros de cocina y demás de la habitación pequeña que vuelve a ser trastero, y mis cojines de Burrito y Stich, las bolsitas de poutpourri del Ikea (que no eran pocas), unas botas que tenía por ahí, y los vasos azules que me había regalado mi madre.

Pero sobretodo… Mis libros: mis tesoros, los niños de mis ojos, mis cosas lindas y compañeros de aventuras que siempre están dispuestos a pasar rato conmigo.

A todo esto, Ana estaba conmigo en su casa, ayudándome a recoger. Recuerdo que cuando estábamos esperando en el portal, le di un abrazo y un beso sonoro (que no morreo, aunque cualquier día se me cruzan los cables xD), y las gracias por haberme acompañado.

Realmente no es aquello que digas que no tenía valor para ir sola, pero en serio, ese portal, esa escalera, ese umbral… Me producen una sensación extraña y contradictoria. Se mezclan todos los recuerdos de cosas buenas y malas. Es una sensación de agobio y asfixia.

De verdad, tenía ganas de acabar con eso de una vez, de pasar finalmente la página y decir: soy libre. Y libre de verdad.

Y nada, estuve buscando en la cocina mis cosas (mis tés, mi juego de palillos chinos con salsera y mantelito, la cuchara-colador para el té, mis trapos de cocina, etc.). Y joder qué rabia me ha dado que no sabe dónde está mi maquinita de hacer galletas… En fin, ya la rescataré… Y mi funda nórdica, que a saber dónde la ha metido.

Al llegar a mi casa, después de descargar las cosas, me puse a mirar caja por caja como una loca en orgasmo perenne que sólo sabía decir “¡Ooooooooh!”, “¡Ooooooooooooooooh!”, “Tesssssssssssssssoro” (¡Gollum! ¡Gollum!).

Y Ana me decía, que le encantaba verme feliz y contenta, y le dije yo “Seguro que no has visto en tu vida a nadie tan feliz con sus libros”. Estaba eufórica, pletórica. Ayer a las nueve y media de la noche, era la mujer más feliz sobre la faz de la tierra.

Estuve colocando los libros que podía en las estanterías megamasificadas, que piden refuerzo a gritos, y mis saquitos de té en la cocina, y mis perfumes y potingues en el baño.

Sí, ahora todo está donde debiera. Todo empieza a ser como tiene que ser.

Ayer fue el final de verdad. El omega de una relación, y de una etapa.

La última cosa que me recordaba que una vez fui dependiente, y que ahora ya no necesito nada de nadie: ni piso, ni coche, ni moto, ni dinero, ni ordenadores, ni migajas de cariño, ni ternura por pena, ni nada.

Ahora estoy sólo yo, y ahora sí que ya, de verdad, soy libre de ir donde quiera con quien quiera.

The End, pues, de la tristeza, de los pesares, de los rencores, de los miedos. De la primera experiencia de convivencia con alguien.

La próxima vez, lo haré mucho mejor. Estoy segura.

Me viene a la memoria el eslogan de Ikea “Bienvenid@ a la República Independiente de tu Casa”. That’s it.


Now Playing: Sean Paul Feat. Blu Cantrell - "Breath"

[Sean Paul]Sean paul and blu cantrell
remix that gona make ya head swell yo
yo hey yo BOM yo hey yo

dutty
so what's that supposed to be about baby
ya'll free up ya mind and stop actin crazy
reminisce about all the good times daily
why you try pull that got me actin shady

what's that supposed to be about baby
ya'll free up ya mind and stop actin crazy
sean paul u'll give ya the good lovin daily
now you try and pull that got me actin shady

[Blu]You say you love, say you love me
But you're never there for me, yeah, mmm...hmm...

You'll be cryin', slowly dyin'
When I decide to leave, oh, oh
All we do is make up
Then break up
Why don't we wake up
And see
When love hurts
It won't work

Maybe we need some time alone
We need to let it breathe

Breathe
Breathe
Breathe

[Sean]so what's that supposed to be about baby
ya'll free up ya mind and stop actin crazy
reminisce about all the good times daily
why you try pull that got me actin shady

[Blu]You're only lonely when your homey
Ain't got a ride or no loot, yeah, uh-huh
Then comes the drama
Some other girl is claimin' she's goin' out with you,
hmm...hmm...

All we do is make up
Then break up
Why don't we wake up
And seeWhen love hurts
It won't work

Maybe we need some time alone
We need to let it breathe

Breathe
Breathe
Breathe
Breathe (Uh...huh...)
Breathe

[Sean] so what's that supposed to be about baby
ya'll free up ya mind and stop actin crazy
shady shady shady shady
dutty yeah!my girl for the fourth time
make i make it very clear to you
your very dear to meand honor of me share to you
me not unfair to you
woman i want fah really make you know i will always draw near to you
but me know im not a fear to you
stand up like a man and not be there cuz i care for you
long time tellin you no other girl can compare to you
woman if you leave me now im gonna shed a
lot of tears for you
say you want to breathe im still not im exhalin'
say you want to leave cuz this relationship failin'
aint nobody say that it would be smooth sailin'
girl i wana know why your bailin'
Ship yo

so what's that supposed to be about baby
ya'll free up ya mind and stop actin crazy
reminisce about all the good times daily
why you try pull that got me actin shady shady baby baby

[Blu]maybe we need some time alone
so we can just breathe
let it breathe
breathe
breathe out
let it breathe
breathe
breathe
breathe
breathe
yeah yeah yeah yeah let it breathe yeah
time to breathe yo...

****

Mi Seldar favorita añade la siguiente canción.

Tú también eres prueba viviente de que son imbéciles xD. No sabe lo que se pierde... Pero eh... Ha hecho cosas buenas... Como presentarnos =)

Un beso :*

El Canto del Loco - "Puede Ser"
(Gracias al amable anónimo cuyo comment me ha sacado de mi ignorancia xD)

No sé si quedan amigos
Ni si existe el amor
Si puedo contar contigo
Para hablar de dolor
Si existe alguien que escuche
Cuando alzo la voz
Y no sentirme sóla

Puede ser que la vida me guíe hasta el sol
Puede ser que el mal domine tus horas
O que toda tu risa le gane ese pulso al dolor
Puede ser que lo malo sea hoy

Naces y vives solo (x 3)

Voy haciendo mis planes
Voy sabiendo quien soy
Voy buscando mi parte
Voy logrando el control
Van jugando contigo
Van rompiendo tu amor
Van dejándote solo

Naces y vives solo (x 2)

Algo puede mejorar
Algo que pueda encontrar
Algo que me dé ese aliento
Que me ayude a imaginar
Y yo lo quiero lograr
Y sólo quiero recordar
Y darle tiempo a este momento
Que me ayude a superar
Que me dé tu sentimiento