Bueno, tengo que reconocer que mal que me pese, me estoy volviendo una gallina cobarde. Últimamente me comporto peor que un ratón xD :_
Y es toda una vergüenza.
Hace mucho, mucho, mucho tiempo, cuando conocí a Gruntt y sus banzais, tenían establecida una “jerarquia” de puro cachondeo. En virtud de todas mis actuaciones temerarias, más en la vida real que en el juego (donde era una buena samaritana, y ayudaba a todo el mundo). Que se lo digan a mis pobres víctimas.
Yo tenía el rango de “generala” compartido con Grunttt, general, claro.
Planes, he hecho muchos en la vida. Y como ya hace mucho tiempo de los primeros exitosos, se me ocurre que no tiene nada de malo compartir algunos con la gente, y de paso recordarlos yo también.
Cuando iba al cole, siempre sacaba buenas notas. La verdad no he entendido nunca como se podía suspender en EGB, que no digo que no sea posible, porque mi hermano, sin ir más lejos, ha suspendido alguna vez.
Cuando llegué al instituto, bueno bueno... Qué os voy a contar yo del instituto...
Una experiencia de los más traumática aprender a pensar con letras en mates y dejar atrás los números. Y no es que no me esforzara haciendo los ejercicios, que los hacía todos los días... Pero era superior a mí.
Tenía un compañero, no sé si lo he contado ya, un tal Oscar Millán, un amor de tío, muy simpático, con el que me senté una temporada. Estábamos en primero de BUP, en plena clase de mates, esperando las notas del último examen. Ahí estábamos Millán y yo de cachondeo...
- Eh tío, que te van a poner un cero....
- A ti si que te van a poner un cero –me decía mientras nuestro profe el Franki (Profesor Franquesa en realidad) nos miraba por encima de sus gafas y movía su mandíbla hacia adeante y hacia atrás de una forma muy curiosa que hacía casi rechinar los dientes.
- ¡Millán! ¡Acérquese! –¡cero, tío, cero patatero! le decía recochineándome de él en la distancia- ¡Cero! – Oscar miró hacia mí, y yo riéndome mientras se acercaba..
- ¡Targaryen! ¡Targaryen! ¡Acérquese! – Como mi apellido empieza por la “t” siempre era de las ultimas. Y esta vez le tocaba a Oscar reirse un rato... A él, y a toda la clase, que no me atreví a mirar....
- ¡Targaryen! ¡Cero! –dijo Franki con contundencia.
- Si, pero... Con un uno delante, ¿no? –le repliqué yo toda convencida, desde mi sitio, sin darme cuenta de que toda la clase me había oído. Mientras, Franki, me miraba por encima de sus gafas con cara de total incredulidad...
- A ver, Targaryen, por favor, acérquese me dijo, mientras yo me levantaba de mi mesa y me dsponía a contemplar mi examen.- Y, a ver, usted cree en serio que con estas respuestas se puede sacar ni siquiera un aprobado, cuanto más un diez? – y yo miré el examen, completamente pasmada, para descubrir que no había una sola respuesta acertada... Y yo de veras creía que lo había hecho bien.
Bueno, no hace falta que explique el cachondeo que siguió a eso...
Yo, por mi parte,me pasé una semana llorando en casa. Mis padres, que no me habían reñido nunca pensaban que no había estudiado lo bastante. Y para mí, era peor, porque sabía que mehabía esforzado y a pesar de todo había suspendido. Pero eso sí, como todo loque hago, lohice a lo grande: con un cero patetero xD. Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes. Así que puestos a suspender, pues... ¿Qué es eso de las medias tintas? Se suspende con propiedad.
En fin...
Mi siguiente recuerdo de este calibre es de ciencias naturales. Estábamos con los profesores Vives, que en paz descanse el Sr. Vives y su señora... No sé cómo andará, pero era muy mayor. Perder lapareja... Y no que te deje, si no que se muera tiene que ser... Lo peor del mundo (o de lo peor del mundo).
Eran unos profesores que más que dar clase, nos hacían copiar unos documentos que ellos llamaban módulos, como pequeños blocs de apuntes monotemáticos. Recuerdo uno de los últimos exámenes. Había acabado de hacer mi módulo a duras penas. Nunca le había visto la utilidad a eso de copiar... Vamos... Vaya pérdida de tiempo... Si ya tenía el módulo en papel, ¿para qué lo quería en mi libreta de nuevo? Anyway... Donde manda capitán (jias jias jias) no manda marinero (jejejeje). Pues nada mira... A copiar.
Bueno, a estas alturas tengo comprobadísimo que igual Dios no existe, pero Murphy fue un iluminado xD Porque... La ley de Murphy existe... Y de qué manera.
Ahí estaba yo, hasta los cojones del (los ovarios, vale) módulo de botánica de las narices, de los nombres en latín de plantas que no vería en la vida y que cuandotuviera a oportunidad de ver, seguro que eran artificiales porque estarían extinguidas.... Total que... Como todo buen estudiante, hice lo que se esperaba que hiciera: estudiarme todas las páginas menos la última porque... Joder... Hay que tener mala suerte...
Pues sí, pues sí...
Muchas veces cuando le digo a alguien: “¡Ey! ¡Suerte!”, y el otro dice super emocionado “¡Ey! ¡Gracias!” Pienso sí, tío, pero... Pregúntame de cual te deseo xD Si de la buena o de la mala.... Porque la mala suerte existe, y parece que en probabilidades mayores a la buena, muuuuuuuuuuuuucho mayores xD.
Total que... ¿Qué preguntó el examen que me tocó? Las plantas monocotiledonias y las dicotiledonias, esas cosas que total, para qué leerlas... Me acuerdo como si fuera ayer... Y mi cara de espanto debió ser... ¿Pero como cojones, de un examen de tres preguntas, se puede ser tan cafre que una de ellas sea justo esa pregunta? Pues yo tampoco lo sé pero...
Que es una putada... Vamos... Con todas las letras...
Bien, puesto el caso solo me quedaba una solución: preguntarle a Angels, mi compañera de delante, que me chivara la pregunta. “¡Pssssssssssssssst! ¡Tssssssssss! 1Angels! ¡Eh! ¡Ayuda!”. Y claro... ¿Para qué están los amigos? Para ayudarte, claro... Así que eso hizo ella: pasarme su chuleta cuando se piraba del examen.... Y me la deja en la mesa. A mí, todo nerviosa que no había visto una cosa de esas en la vida, se me cae al suelo... Tía que yo solo quería la respuesta, no el papel... Pero Angels no se giró y salió de clase, dejándome su (dudoso) legado en el suelo, caído.
¡Dios mío! ¡Dios mío! Que viene la Vives hacia aquí. La Vives: esa especie de ente prehistórico que nada le envidiaría a un dinosaurio y que revisa las pertenencias del alumnado más allá de todo decoro, hasta abrir un kleenex en uso buscando una chuleta. Sí, sí, es cierto: lo vi con mis propios ojos.
Bueno, con la mejor letra que pude (y lo llamo letra, por llamarle algo) copié a toda prisa las respuestas. La Vives estaba cada vez más cerca.... ¡Dios mío! ¡Dios mío! ¿Dónde guardo yo ahora esto? –toc, toc, toc, toc, sus tacones en el suelo acercándose. Como no podía guardarlo en el estuche, porque era de manual... Sólo me quedaba una solución: comerme la chuleta.
Y vamos que si me la tragué.
Aunque la celulosa no es algo que el organismo aproveche, puedo decir que no sabe del todo mal.
En fin. La primera vez es la más difícil siempre.
Decidí que la próxima no me iba a pillar desprevenida... Así que empecé a aprender a hacer chuletas mejores. Primero las típicas en papelitos recortados, y ya después un poco más advanced. Aprendí la técnica del rodillo. Y esa ya estaba bastante bien. Poco útil para el latín, por eso. Así que para ese examen me compré el estuche metálico más grande que encontré y me puse ahí todas las declinaciones y la otra mitad de la chuleta, la tenía mi compañera de atrás, que se fue a vivir a Galicia después de ese año.
Y bueno... Qué os voy a contar yo...
Inteligencia: capacidad de adaptación.
Y así llegué a la universidad. A la primera, claro. La Universidad de Barcelona. Bueno... Fue todo un cambio, una revolción. Y estaba más perdida que un caracol en un campo de coles. No me molesta ahor reconocerlo. De la UB me echaron en primero de Económicas. Por no aprobar las mínimas.
El primer año no di pie con bola. Tenía horario de 16 a 22 horas. No me supe adaptar bien. No entendía al profesor, o creía entenderlo, y en los exámenes después todo me salía mal. Supongo que es como cuando llegas del EGB al bachillerato y te estampas de bruces contra el suelo.
Pedí el año de gracia, me lo dieron, y cuando me matriculé en enero(los exámenes son en febrero) había estado haciendo las clases de segundo que mas me gustaban, porque me habían dicho que podía hacerlo así, y compaginar los dos cursos. Tres semanas más tarde me entero qu eno podía matricular nada de segundo. Me quería morir. Dije, a la mierda todo, a tomar por el orto.
Me fui a casa, les dije a mis padres que no iba a estudiar ese año y que me quedaba ayudando en casa.
En fin...
Pero de la UB la anécdota que recuerdo con más cariño es la del examen de Historia Económica Mundial. Había sacado –2 en un parcial. Sí: se puede sacar –2 en historia, porque el examen era un test. A ver ahora cómo lo arreglaba xD. Porque estaba complicado sacar un aprobado con esa nota.
Pues nada, me hice una chuleta que imprimí en una camiseta, con todo el temario estructurado para no olvidarme ningún detalle en el examen, y me la puse delante del profesor.
Y ahí, con mi santa calma, hice el examen mirándome todo el rato la camiseta delante del hombre. Y aprobé historia xD
Oh, Dios mío, Qué cosa más fea. Copió en el examen...
Pues sí, copié y aprobé, y también lo hice en la Pompeu Fabra. Porque el derecho no se me da nada bien. Se me da bien pensar y razonar. Pero memorizar esos tochos aburridos... Por favor...
Porque las normas están para romperlas.
Porque el fin justifica los medios.
Porque una asignatura de letras no va a fastidiarme la carrera. Y lo hice, porque el papel que dice que soy diplomada vale más que nada, aunque no sé dónde carajo lo tengo.
No nos engañemos. Hay universidades y carreras que enseñan muchas cosas de interés. La mía me enseñó a decir las cosas que ya conocía, de forma bonita, a aprender que el trabajo en equipo vale más que nada, que el tacto y la diplomacia obran milagros, y a desarrollar mis habilidades sociales para conseguir lo que quiero. Pero conocimientos... Yo mejoraría algunas asignaturas.
Y no me quejo, ojo, que a mí la pasta me mola más que a un tonto un caramelo, y Empresariales o Economía y ADE son las carreras perfectas para mí.
El trabajo en equipo, funciona: Hacíamos los exámenes de tres en tres.Porque hay que ser amables en esta vida y compartir en los momentos difíciles, es de buenos hermanos. Así que nosostros compartíamos conocimientos en el momento más difícil del año: los finales xD
Para que después digan.
En fin... Soy una persona que gusta de maquinar planes que a veces (y sólo a veces) después no lleva a cabo pero... ¿Y lo bien que me lo paso?
Soy el típico ente, escondido (o no) detrás de un grupo de personas, que transmite sus ideas y las deja flotando, para que alguien las recoja y haga algo pensando que fue idea suya. No creo que dar la cara en cuestiones de poder y obtener el reconocimiento público de los resultados sea siempre lo óptimo. Siceramente creo que a veces está bienque piensen que eres tonto. Porque los tontos se enteran de más cosas. Los listos dan más miedo.
Soy especialista en liar la troca. Como cualqueir mujer que se precie.
Antes de decirle a un chico ¿quedamos? Puedía haber montado la conjura de 30 personas para quedar para ir a bailar en una noche madrileña y mover a la gente de Alonso a Bilbao a un garito de mala muerte a buscar a un tío que quería ver. Y mis amigos, porque son buenos amigos, me acompañaron. Pero quizás, de haberlo hecho sola, hubiera tenido buen resultado igual.
No solía preguntarle a alguien directamente si le gusto: hacía una tela de araña para enterarme de lo que piensa ese alguien por medio de los amigos.
No hablaba directamente con la persona que me gustaba: me hacía amiga de todos sus amigos, me integraba en el grupo, me acoplaba a él cual garrapata, y asñi tenía “derecho” a ir con ellos.
En fin... Mi vida no sería vida sin esaspequeñas tribulaciones. Me divierto con ellas.
A veces hacía planes de estos disparatados, liaba la troca, envolvía a la mosca y cuando era momento de atacar con mis patas arácnidas... Me batía en retirada. Lo peor, lo peor.
No sé la de veces que me he escapado de un tío después de ver que lo tenía todo ahí listo para que nos liáramos, o simplemente intuyéndose en el aire.
Y me río porque pienso, esa no soy yo. Yo era una persona decidida, que hacía lo que le venía en gana siempre. Y eso tiene que vovler.
Poco a poco vuelve ^^ Y me alegro por ello ^^ Aunque bueno, pobres mortales.
Sinceramente creo que la vida está para aprovecharla; las normas, para darles las treinta vueltas y que se adapten a tus fines; y los planes, para llevarlos a cabo =)
No más ¡aborten! ¡aborten! en mi vida.
A la carga. Al ataque. A la yugular. RUSH!
A por el aumento. A por el despacho. A por la nueva carrera. A por todos los síes que quiera. Sí señor. Mentalidad positiva.
Think pink!
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