I love Madrid

A pesar de tener mi residencia en Barcelona, como ya sabéis, me han trasladado por un tiempo a Madrid (estimo que en julio volveré a establecerme nuevamente en mi jaus tranquilamente), pero no me quejo porque Madrid es una ciudad que me encanta y se me tuviera que mudar, con mucho, sería mi primera opción.

Y bueno, estos días, estamos ya al ladito de las fiestas de San Isidro en la ciudad ^^

Desconozco totalmente a qué se dedican los lugareños durante estas fechas, peeeeeeeeeeero lo que no desconozco -en absoluto- son las rosquillas de San Isidro (las tontas, las listas y las no sé qué ¬_¬', a ver no desconozco el sabor, cómo se llaman es otro cantar, yo sé que voy a la panadería señalo con el dedo, y me dan medio kilo de las rosquillas esas).

Mis favoritas son las de limón y esas glaseadas ^^ Las que no llevan nada (que quizás son las tontas... pues no les encuentro yo el intríngulis). A ver si el jefe me deja salir antes hoy, y me voy a Sol a dar una vuelta por las pastelerías. Plaza Castilla es un lugar un poco insulso para vivir :_

Me paso el día hotel - oso - hotel.

La vida en Sol, ¡éso sí que era vida! Pero me tenía que levantar super temprano. Y la marcha madrileña... Hay que jorobarse...

Cuando vivía en Sol, me preguntaba: ¿pero, esta gente, duerme? Porque daba igual el día de la semana que fuera: estaban siempre de cachondeo. Siempre te despertaba alguien a cualquier hora de la madrugada. Debe ser que con eso de tener el Palacio Gaviria al lado y el Joy, oía a todo el mundo que andaba de marcheta.

Pero eso sí: mi sueño y mi economía agradecen el cambio, vivir al lado de fnac y preciados es peligroso para mi salud :_

La primera vez que vine a Madrid fue, veamos... Hará yo qué sé... Diez años o así, vine a que me pusieran un sello en un papel en la calle Goya. Sí, sí, desde Barcelona, porque sólo lo ponían aquí.

Fue toda una odisea... Tenía yo 17 años y se me había caducado la residencia, y no me di cuenta hasta un año más tarde. Total, que me pasé -sin yo saberlo- dos años de ilegal xD :_ Bueno, para cuando me quise acordar, estaban en plena fase de regularización de extranjeros y se habían puesto un poco más tiquismiquis que de costumbre con la cuestión.

Llevaba yo veamos... Hace diez años... Pues catorce años viviendo en Barcelona, y me pidieron una partida de nacimiento compulsada, de Uruguay. Me dieron para conseguirla una semana real. Pues una jauja, suerte que ya la tenía porque me la había mandado mi abuela hacía un tiempo, por si la necesitaba alguna vez, porque en una semana el consulado no te da ni las gracias.

Pues nada, ahí iba yo con mi papelito a cuestas, en avión hacia la capital. Al llegar al aeropuerto, me decidí a coger un bus que me dejó en Castellana. Ahora que conozco la ciudad, podría haberme bajado en Colón y haber ido caminando, pero cuando vi el plano me pareció tan grande e imponente que dije... ¡Taxi! Con tan mala suerte que me equivoqué de pintor y mandé el taxi a Velázquez y no Goya, pero pudimos rectificar sin mayor problema.

Para cuando me quise dar cuenta, tenía el condenado papelito sellado, en 15 minutos... Y me dediqué a dar un paseo por la zona. Bueno, fue una experiencia Ryoga total, porque descubrí que tenía el sentido de la orientación donde yo os diga.

La ventaja de vivir en el Eixample de Barcelona, es que todas las calles son cuadriculadas, sabes perfectamente por dónde tienes que ir para llegar a los sitios. En mi ignorancia, pensé que toda ciudad tenía que estar estructurada de la misma forma... Pues tuve suerte, porque me perdí por Serrano, que es la zona más ordenada de la ciudad xD Porque me llego a ir por otros derroteros y aun estaban buscándome.

Encontré un italiano cerca de un hotel, que aun hoy sigo buscando para volver, y mi día de visitas acabó a las cuatro después de comer, caminito al aeropuerto. Para colmo de males, cuando quise volver a Colón, a los 20 minutos de caminar me di cuenta que había estado yendo en la dirección opuesta... Hasta que una buena señora me iluminó, y chino-chano llegué a Colón.

No pensé que fuera a volver por allí en los próximos años.

Cuando entré en la universidad, en la UPF porque en la UB apenas usé internet, me vicié a los chats y tal. Ahí conocí a cierto individuo que acabó siendo en fin, lo que ese tipo de individuos acaban siendo.
La cosa es que el era de Madrid, así que me pasé dos años y tres meses en viajes intermitentes a la capital, fines de semana y vacaciones.

A más venía, más me gustaba. También hice muchos amigos aquí, de jugar on-line básicamente. Así que cuando le finiquité el contrato a "cierto individuo", continué viajando a la ciudad del oso y el madroño por placer, para verles.

Por lo general me venía en tren, cogiendo el tren del viernes noche, pasando la noche en la litera y me volvía también durmiendo el domingo, para llegar a las siete y media a Barna, dejar la bolsa en mi casa e ir corriendo al trabajo donde me tenía que personar a las nueve.

Para mí, llegar a la capital estaba (y está) lleno de rituales: lo primero que hago al llegar a la estación es desayunar con mi cocacola ^^ y después, mochila a cuestas, me pego mi paseíto de Chamartín a Sol, donde redesayuno en un VIP's o similar. Y eso me tiene que llevar bien, bien, una hora, hora y cuarto.

Depende la época del año en la que vengo, es de noche a las siete y media, pero a las nueve ya no. Así que puedes ir viendo como amanece mientras caminas (por si alguien no se ha dado cuenta, me gusta muchísimo caminar). Adoro la Castellana, con sus edificios y sus arbolitos. La Diagonal de Barcelona se parece mucho a esta avenida.

A veces, cuando caminaba, me quedaba pensando: cómo tiene que molar trabajar aquí, en esta zona, en alguno de estos edificios, entonces, animalita de mí, me quedaba contemplando lo que llamo "La Torre del Osito" (la torre de Caja Madrid de las Kio -¡mía!¡mía!¡tesssssssssoro!¡mía!¡mía!-), y seguía mi camino...

Pasabas el Bernabeu, con sus restos de botellones.

Chic@s, lo miréis por donde lo miréis, el botellón es una guarrada...

A mí que se muera la gente en pleno coma etílico bebiendo en la calle, en serio, me da igual. Es más: menos competencia laboral -si es que son competencia-. Pero lo que sí que no me da igual y me da asco, es ver cómo queda la ciudad.

Considero que si tienes manos para beber y llenar vasos de calimocho o lo que sea, tienes manos para recoger la basura que generas. Así que lo mínimo que se puede hacer es tirar las cosas en una bolsa y agruparlo alrededor de un container, o en algún punto todo junto.

No están mis impuestos para según qué cosas, que una cosa es divertirse, y otra, ser un cerdo. Con las ciudades tan bonitas que tenemos y la penita que dan después de un fin de semana.

En fin, volviendo a mi versión idílica del Madrid sin botellones, cuando pienso en ello, aun en la oficina, puedo recordar esos paseos. Ahora que no me ata nada a Barcelona, quizás podría plantearme venirme a vivir dentro de un tiempo. Total, el futuro en mi empresa, está aquí, en la sede.

En mi antiguo trabajo, en la mesa, tenía un oso de cartoné super chulo.

Era un oso polar esquiador, con su megabufanda supercañeradelamuerte al cuello, que tenía cara de velocidad (aunque tierna xD). Ya se que es difícil de imaginar, si acaso cuando lo desempaque, le haré una foto xD. Y la gente me decía (porque lo veían como adorno de Navidad) que qué hacía con un oso en pleno verano encima de la mesa... Pues coñe, porque siempre hay un oso esquiando... A fin de cuentas, en una mitad del mundo siempre es otoño-invierno. Y si me apuras (de momento y hasta que se deshielen), tenemos polos con nieve donde se puede esquiar.

Pero en el fondo, y para el caso, es MI oso esquiador, ME gusta y se queda en MI mesa. Punto.

Fíjate lo que son las cosas que tanto oso para arriba, oso para abajo, resultó ser un símbolo cabalístico xD, porque acabé en la torre del osito ^^.

También tengo buenos recuerdos del mismo trayecto, no ya de mañana, pero de una tarde de verano.

En fin...

Me gusta mucho el Retiro para pasear, y la feria del libro que ponen, y las marionetas en verano para niños, y los jardincitos con los pavos reales, y el lago con las barcas y la casa de cristal.

Qué recuerdos...

Cuando volvía a Barcelona, y caminaba por Diagonal, me daba la sensación de que si andaba mucho, acabaría viendo las Kio al final, y cuando caminaba por Ronda San Antonio en dirección a Pelayo, pensaba que en cualquier momento vería la Gran Vía madrileña naciendo, con la estatua de Unión y Fénix coronando el edificio de la esquina.

Parece que fue ayer, que veía el banco de España con su contador de días que faltan para el euro.

Aix que me pongo nostálgica.

Siempre lo he dicho, a Madrid le pones la playa, el gótico, el Mercado San Antonio y Gigamesh (imprescindible), el parque Gaudí, la Sagrada Familia y Paseo de Gracia, y tienes la ciudad perfecta.

A mí todo ese puterío Madrid - Barcelona no me afecta ^^

I love Madrid anyway.